Se les esperaba, pero no tan temprano. Airbnb ya prometió, en el lejano 2019, que 2020 sería su año para la salida a bolsa. La llegada del coronavirus, y el efecto directo que la pandemia ha tenido sobre el mercado turístico internacional, hacía suponer que Airbnb relajaría sus intenciones. La realidad es que no ha sido así.

En un anuncio, Airbnb confirmaba la presentación de un borrador para la Declaración de su registro de oferta pública en la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Al igual que hiciese Uber en su momento y hace unas semanas DoorDash –competidor de UberEats–, Airbnb ha optado por la vía confidencial hasta que la SEC completase ña revisión de los datos.

Si bien, las dudas sobre la salida a bolsa se mantenían en el aire, fuentes cercanas a la operación situaban la oferta pública para finales de este mismo año. Finalmente The Wall Street Journal, anunciaba que agosto sería el mes en el que la tecnológica de alquiler de viviendas vacacionales presentaría su candidatura.

Sin muchos detalles sobre la operación, que aún tiene que tener el visto bueno de la Comisión, quedaría por determinar el precio y el valor de las acciones que se pondrán en juego.

Efecto 2019

La valoración de la empresa alcanzó su cenit en 2017, momento en el que Airbnb rozaba los 31.000 millones de dólares. Pero el coronavirus llegó para quedarse y llevarse por delante la industria turística global. Airbnb no ha sido inmune al bloqueo de los viajes internacionales. Hoy, con pandemia y emisiones de deuda, los analistas valoran a Airbnb en 18.000 millones de dólares.

Hasta la presentación de las cuentas, públicas una vez la empresa comience su andadura en la bolsa, no está claro en qué situación estarán los números a final de año. Con una historia de crecimiento poco clara –al igual que Uber, antes de su salida a bolsa, el secretismo sobre los resultados trimestrales era absoluto–, lo que sí es cierto es que el segundo trimestre del 2020 ha sido malo para sus cuentas.

Pese a que la compañía ha registrado un repunte del 30% en junio, lo que resta de año no irá mucho mejor para Airbnb que, además de perder a la mayor parte de sus usuarios, oferta de vivienda y reservas –pérdidas valoradas en más de 1.000 millones–, también ha despedido a 2.000 empleados directos y ha rescindido acuerdos con subcontratas. En total, fuentes de Bloomberg apuntan a que Airbnb habría perdido casi 400 millones de dólares en solo tres meses.

El propio Brian Chesky, fundador de la tecnológica, no reparaba en hacer comentarios sobre la situación de Airbnb. En una entrevista a la CNBC, el empresario aseguraba que la forma de viajar de la "vieja normalidad" había terminado, lo que implicaba que "el negocio que habían construido durante 12 años, se había perdido en solo 6 semanas". Ahora la empresa se encuentra en un proceso de reestructuración y adaptación a la nueva realidad del turismo.

¿Es un riesgo que Airbnb, centrada en el incierto mercado del turismo, proponga su salida a bolsa? No son pocos los que han echado una mirada a 2019 y sus salidas a bolsa con resultados por debajo de lo esperado. Lyft o Uber eran las grandes promesas del año y, aún buscan su hueco en los mercados con resultados por debajo de lo esperado. WeWork, sin embargo, fue la gran sorpresa con su oferta fallida al encontrarse grandes irregularidades en las cuentas de la compañía que, un año después, mantienen el negocio de bienes raíces en un precario equilibrio.

Sea como fuere, Uber se encuentra en la carrera de la rentabilidad –exigencia de los inversores–. Una situación esperada en 2020, pero que la pandemia ha postergado sine díe. Es de esperar que los futuros inversores de Airbnb mantengan la misma vigilancia y exigencias sobre el futuro de las cuentas de la compañía.

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