Amazon es una de las empresas que tiene como objetivo controlar los hogares. Sus altavoces Echo son el mejor ejemplo de ello, pues Alexa es de gran ayuda para automatizar diversas tareas. Sin embargo, en el último año sus planes también se expandieron hacia las cámaras. El pasado febrero compraron Ring, una compañía dedicada a la seguridad de casa. Cuentan con una amplia variedad de cámaras para vigilar interiores y exteriores.

Parece que los dirigidos por Jeff Bezos se han tomado muy en serio el tema de la vigilancia. No hace mucho patentaron una cámara que, francamente, genera inquietud sobre su visión a futuro. Si bien no incluye una descripción a fondo sobre su funcionamiento, es posible rescatar sus características principales, suficientes para causar temor.

La cámara se instala en la puerta del hogar como muchas otras. No obstante, lo llamativo está en sus posibilidades de software. El dispositivo integra un sistema de reconocimiento facial para identificar a quienes caminan en las cercanías. Es capaz de conectarse con la base de datos de la policía para determinar si se trata de un sospechoso.

El poseedor de la cámara puede agregar fotos de personas sospechosas. Si el rostro coincide con la lista negra, el sistema avisará automáticamente a las autoridades. Podría sonar como una buena idea, pero la realidad es muy distinta. Resulta preocupante que Amazon piense en vigilar a todo el público sin su consentimiento, y utilizando a los hogares para lograrlo.

Diversas instituciones protectoras de los derechos humanos se han pronunciado en contra de estas prácticas. Claramente, la vigilancia es una amenaza para la sociedad. Sin ir más lejos, Taylor Swiff usó un software de reconocimiento facial para identificar a sus acosadores en un concierto. Por supuesto, los asistentes no estaban enterados. La intención de la cantante era buena, pero el método empleado no fue el correcto.

Taylor Swift usó reconocimiento facial en un concierto para detectar a sus acosadores

Amazon ha estado involucrada en situaciones que atentan contra la privacidad. Hoy, por ejemplo, se reveló que un usuario recibió los audios grabados por Alexa pertenecientes a un desconocido. En total fueron 1.700 archivos que llegaron a manos equivocadas. En noviembre, expusieron los datos privados de varios de sus clientes, incluyendo los nombres de usuario y dirección de correo electrónico. Nada ha sido suficiente para detener sus propósitos, en varias ocasiones han mostrado interés en experimentar con elementos biométricos como las huellas dactilares, el análisis de ADN o el reconocimiento de iris.

Desgraciadamente, las compañías involucradas en este tipo de hechos no quieren ofrecer soluciones concretas. Sus comparecencias ante organismos gubernamentales siempre van en la misma dirección: negar o prometer que mejorarán el control de datos privados. Lo cierto es que mientras más información posean de las personas, más fructífero será su negocio.

Desde Ring se han puesto en contacto con Hipertextual para dar su opinión al respecto:
En Ring siempre estamos innovando en beneficio de los vecinos, con el fin de hacer de nuestros vecindarios unos mejores lugares en los que vivir; y esta patente es una de las muchas propuestas que estamos trabajando para reforzar los servicios que ofrecemos. Sin embargo, las patentes no necesariamente implican el desarrollo inmediato del producto o servicio, y esta patente ciertamente no implica su implementación actual. La privacidad es de suma importancia para nosotros, y siempre diseñamos nuestros servicios para incluir fuertes protecciones de privacidad”.