Si el Pocofone F1 de Poco, la subsidiaria de Xiaomi, no es el terminal del año, va a estar muy cerca de serlo. Mucho tiempo ha pasado desde que algún fabricante ofreciera tanto valor a 329€. Para ello, tenemos que remontarnos a 2012, 2013, 2014 y 2015, con los Nexus 4, 5, OnePlus One y 2, cuyas propuestas eran, hasta cierto punto, similares. Al Pocophone F1 lo estamos catalogando de "gama alta", cuando la realidad es que, como demostraron los modelos anteriormente mencionados, ser gama alta no es sólo ser atractivo en especificaciones.

El Snapdragon 845 del Pocophone F1 es el mejor que se comercializa a todos los fabricantes, y la experiencia tan buena que ofrece en terminales como el OnePlus 6 es de sobra conocida por todos. Es el motor de un software que, a falta de probar en profundidad, debe volar como lo hace en el Xiaomi Mi 8 y Mi Mix 2s. Además, Xiaomi y Poco no han sido rácanos con otros aspectos que pueden afectar al rendimiento exigente en, por ejemplo, juegos, y han dotado al terminal de refrigeración líquida y de almacenamiento interno UFS 2.1, cuando lo normal en ese precio es contar como eMMC lento. Eso, a diferencia de lo que ocurrirá en el Pocophone, suele producir tiempos de carga muy largos en juegos e instalaciones de apps que atragantan el funcionamiento del terminal.

No son los únicos detalles por encima de la media del hardware del Pocophone F1. También cuenta con altavoces estéreo, que competidores como el OnePlus 6 o el Honor 10, más caros, no tiene, y sobre todo esa batería de 4000 mAh que junto a la eficiencia del Snapdragon 845 deberían ofrecer la autonomía más alta de los terminales tan potentes del mercado, a falta de ver si su pantalla y software son lo suficientemente eficientes.

Lo que le falta al Pocophone F1 para ser gama alta

Ser considerado gama alta no es cuestión de un solo factor. De hecho, suele haberlos imprescindibles para que esa consideración pueda hacerse, pero también restar en conjunto, que es lo que le pasa a los componentes del Pocophone F1 si comparamos con lo mejor que el resto tiene para ofertar.

  • Sin Netflix en HD: tal y como ya ocurre con sus hermanos mayores y menores de Xiaomi, el Pocophone F1 no soporta la biblioteca DRM Widevine L1, llegando sólo a Widevine L3. Ello implica que nunca será posible pasar de resolución sub-HD en Amazon Prime Vídeo y Netflix. Una pena, teniendo en cuenta que el panel es similar a Full HD.
  • Sin estabilización óptica o doble cámara con zoom o gran angular: el Pocophone F1 no cuenta con estabilización óptica de imagen, presente en la gama alta de forma relativamente consistente desde 2013. Teniendo en cuenta que su apertura es de "sólo" f/1,9, en baja luz no se podrá acercar a lo que ya es común en la gama alta, obligando a disparar con sensibilidades más altas y contando con más ruido. Además, su doble cámara no tiene más función que ofrecer desenfoque, frente a, por ejemplo, el Mi 8 que ofrece el zoom 2X o a otros terminales que ofrecen el disparo de gran angular. La cámara marca el ser premium hoy en día, y el Pocophone F1 no está cerca de serlo.

  • Sin una pantalla que deslumbre: por una parte, existe un grupo de usuarios y periodistas que considera que no contar con un panel OLED en 2018 es un error. Yo no pienso igual, pues pantallas LCD como las de los iPhone siguen siendo mejores que algunas OLED en varios aspectos. La clave, eso sí, es que las LCD IPS sean de mucha calidad, y parece que la del Pocophone F1 no lo es. Le falta brillo máximo y mejor calibración para alejarse de la gama media, en la que podemos situar el panel. Samsung lleva deslumbrando con paneles SuperAMOLED desde el Note 4 (2014), y el del Pocophone F1 estará, seguro, lejos de esa calidad.

  • Sin resistencia a agua y polvo: no hay protección IP67/68 o de otro tipo frente a agua y polvo. Poco que añadir.

  • Sin la carga rápida más moderna: la versión de la carga rápida propietaria de Qualcomm que soporta el Pocophone F1 es QuickCharge 3.0, frente a QuickCharge 4.0, que además de ser un protocolo más rápido, es compatible con el abierto USB Power Delivery, y mantiene a los terminales más frescos.

  • Sin la protección a golpes y caídas más avanzada: el Pocophone F1 se tiene que conformar con Gorilla Glass 3, vidrio protector de 2013, en un momento en que acaba de ser presentado Gorilla Glass 6. Claramente, es un factor que resta frente a los actuales con Gorilla Glass 5 y a los que vienen con la nueva versión, cuya disponibilidad suele caracterizar a los gama alta. Aun así, debo decir que personalmente, Gorilla Glass 3 no me parece mala noticia si te importan más los arañazos de la pantalla que la resistencia a golpes (como a mí me ocurre), pues desde Gorilla Glass 4, el vidrio se ha fortalecido mucho, a costa de perder dureza contra llaves, arena o cualquier cosa que pueda ir en el bolsillo. Gorilla Glass 3 es el último de su especie.

  • Sin NFC: la queja más común del dispositivo. Se pierde la posibilidad de pagar con el móvil, algo que permiten competidores de todos los rangos de precio. Es una ausenscia que, pese a provenir de un fabricante de China, donde el uso del NFC es testimonial, y a lo reducido del precio, no se entiende.

  • Materiales: esta puede ser una cuestión de gustos, pero lo cierto es que para ser gama alta en 2018 se pide aluminio o cristal, y el Pocophone llega en plástico, algo que por ejemplo Samsung abandonó en 2015.

    No es gama alta, ¿y qué?

    Nada, no pasa absolutamente nada porque no colguemos la etiqueta de gama alta al Pocophone F1. Es un terminal sorprendente por el precio que tiene, y lo seguirá siendo tenga el apellido que tenga.

    El Pocophone F1 brindará una experiencia espléndida en tareas comunes y en tareas exigentes y juegos, superando por muchas veces el rendimiento de sus competidores directos en precio, en un momento tan relevante para el videojuego móvil como representan PUBG Mobile y Fortnite. Asimismo, ofrecerá una autonomía y una velocidad puntera durante años, algo que sí suele estar sólo en manos de los usuarios de gama alta. Frente a ello, existe una gama media cuyos procesadores se quedan obsoletos o sin recibir nuevas funciones y drivers en poco tiempo.

    El Pocophone F1 no tendrá la mejor cámara, la mejor protección, la mejor pantalla, la mejor carga rápida o los mejores materiales, pero sí tiene la mejor relación calidad-precio a mucha distancia del resto, y eso, como posibles compradores, más allá de motivos aspiraciones, es lo único que debería importarnos. Previsiblemente, Poco y Xiaomi han fabricado el smartphone del año, le llamemos como le llamemos.

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