Desde que la DGT tomó la decisión de reducir el límite máximo aceptado de alcohol en conductores, muchas personas se han quejado por la posibilidad de recibir falsos positivos con algo tan simple como comer un plátano. ¿Pero es una excusa o es verdad que hay cierta cantidad de alcohol en un plátano?
A raíz de esta polémica, y también con anterioridad, hemos podido ver en redes sociales multitud de vídeos de expertos (y no tan expertos) haciendo la prueba o explicando los motivos. Algunos dan un mordisco al plátano, soplan en un alcoholímetro y, voilá, alcohol detectado. No suficiente para dar positivo, pero es cierto que detecta algo.
Hay quien señala que el alcohol del plátano en realidad procede del intestino, donde las bacterias fermentan sus azúcares. También hay personas que señalan que se debe a las sustancias que se añaden a estas y otras frutas para madurarlas artificialmente. Pero la realidad es mucho más sencilla. El alcohol del plátano está naturalmente ahí. Especialmente si se trata de un plátano maduro. Lo que pasa es que es una cantidad demasiado baja para que debamos preocuparnos por dar positivo en los test de la DGT. Al menos en condiciones normales.
¿De dónde viene el alcohol del plátano?
Existen bacterias y levaduras que pueden fermentar el azúcar presente en la fruta para obtener energía, generando en el proceso productos como el etanol o el dióxido de carbono. Esto ocurre en nuestro sistema digestivo, es cierto. Algunas de las bacterias que se encuentran allí pueden fermentar el azúcar que consumimos en la dieta, produciendo cantidades mínimas de alcohol. Sin embargo, en algunos de los vídeos que circulan en redes sociales vemos que alguien toma unos pocos mordiscos de plátano e inmediatamente el alcoholímetro detecta algo de etanol en su aliento. No ha dado tiempo a que la fruta llegue al intestino y las bacterias allí presentes la fermenten. Por lo tanto, el alcohol debe estar directamente en el plátano.
La realidad es que sí lo está. La fruta madura, no solo el plátano, suele tener cantidades bajas, pero medibles, de etanol. De hecho, en 2022 un equipo de científicos de la Universidad Estatal de California, Northridge, demostró la que se conoce como hipótesis del mono borracho. Esta señala que nuestra apetencia por el alcohol es una actitud heredada de nuestros antepasados primates, que lo descubrieron al probar la fruta fermentada.
Este estudio mostró que, efectivamente, un grupo de monos araña solía elegir mayormente frutas con un porcentaje de etanol situado entre el 1 % y el 2 %. Este alcohol ya está en la fruta y procede de la fermentación realizada por levaduras directamente sobre ella. Ocurre en general con la fruta madura y, por supuesto, los plátanos no son una excepción.
¿Debemos preocuparnos por la DGT?
En 2016, un equipo de científicos de la Universidad de Kaiserslautern analizó la cantidad de alcohol presente en algunos productos de consumo infantil que no indican su contenido en etanol en la etiqueta. Se analizaron algunos zumos de frutas, pasteles y, sí, también los plátanos. Así, se vio que esta fruta tiene entre un 0,2 % y un 0,4 % de alcohol en volumen. Es una cantidad de etanol mínima en comparación con una bebida alcohólica. Por lo tanto, si bien podría ser que un dispositivo muy sensible pudiese detectarlo, sería muy raro que llegase a dar una cantidad sancionable por la DGT.
Aunque hay excepciones…
Toda regla tiene su excepción y en este caso esta tiene nombre de enfermedad: síndrome de autocevecería. También conocido como síndrome de la autofermentación intestinal, esta es una afección que se caracteriza por la presencia en el intestino de una gran cantidad de levaduras fermentadoras, como Saccharomyces cerevisiae. Sí, justamente la cerveza responsable de la fabricación de la cerveza.
En el caso de estos pacientes, el consumo de casi cualquier producto azucarado puede dar lugar a la formación de cantidades muy elevadas de alcohol. Esto no solo sería peligroso de cara a un test de la DGT. También puede dar lugar a síntomas de borrachera, como náuseas, mareos, door de cabeza o confusión. Es una enfermedad poco habitual, que a menudo se debe al consumo de ciertos fármacos, pero también a enfermedades como la diabetes o la enfermedad de Crohn.
Hasta que se detecta, este síndrome puede producir mucho malestar a quien lo sufre. Y multas, también muchas multas. Pero ese posiblemente no sea tu caso, así que sería muy raro que dieses positivo por comer un plátano. Otra cuestión muy diferente sería que hayas comido plátano para prevenir la resaca (es un mito, por cierto) y por lo que des positivo sea por el alcohol que has tomado antes. Hay una clara diferencia.