El uso cada vez más habitual de las centrales eólicas ha supuesto un golpe más a los combustibles fósiles para que poco a poco se tambaleen hacia su caída. Ayudan a obtener energía de una forma limpia. Esa es una ventaja indiscutible. ¿Pero qué pasa cuando ya no funcionan? Por su gran tamaño, reciclar las turbinas eólicas es complicado. Su composición tampoco ayuda, pues lo que más contiene es fibra de vidrio, un material muy difícil de procesar para su reciclado. Por ese motivo, lo más habitual es que estas turbinas se acumulen en los vertederos durante años. Es necesario buscar soluciones, por lo que un equipo de científicos chinos ha estado indagando hasta dar con una de lo más original: emplear esas turbinas para fabricar asfalto para carreteras.
Este invento surgió de una lluvia de ideas sobre aplicaciones cotidianas en las que podrían emplearse las turbinas eólicas que ya no se usan. Cada vez se construyen más carreteras y, por lo tanto, se necesitan más materiales para ello. El problema es que, por ejemplo, se necesitan cantidades enormes de arena. Esta puede parecernos ilimitada, por ser un recurso natural tan abundante. Sin embargo, sacarla en masa de su entorno puede ser muy peligroso. También se emplea petróleo, cuyo uso perjudicial es más que conocido. Al reciclar las turbinas eólicas no podemos eliminar el uso de esos materiales por completo, pero sí que se puede sustituir una parte de la arena. Por lo menos, esa fue la hipótesis inicial de estos científicos.
Ya han hecho una primera prueba y, por ahora, los resultados parecen ser muy buenos. Habrá que seguir esperando; pero, desde luego, esta forma de reciclar las turbinas eólicas se muestra muy prometedora.
Impedimentos para reciclar las turbinas eólicas
Los aerogeneradores tienen una vida útil aproximada de 25 años, aunque en algunos casos se puede extender hasta los 30. Por suerte, duran mucho tiempo. El problema llega cuando es necesario renovarlas.
Buena parte de los aerogeneradores se pueden reciclar o reutilizar fácilmente. Por ejemplo, a la góndola, la carcasa o las piezas metálicas internas se les da una segunda vida o se reciclan sin problema. Pero no pasa lo mismo con las aspas.
Estas están compuestas mayoritariamente por fibra de vidrio, un material muy difícil de reciclar. El motivo es que, al molerlo, se destruyen buena parte de las fibras, por lo que, una vez reciclado, el material resultante sería menos resistente. Además, separar las fibras de vidrio de las de plástico no es fácil.
Aspas en las carreteras
Estos científicos, del Instituto de Física Química de Lanzhou, de la Academia China de Ciencias, probaron a moler con cuidado el material de las aspas y mezclarlo con los materiales utilizados para hacer asfalto. Eso permitiría sustituir parte de esos materiales, minimizando los perjuicios mencionados anteriormente. Y, lógicamente, también permite sacar de los vertederos esas aspas de 85 metros de largo.
Tras asociarse con una empresa de construcción, estos científicos han hecho una primera prueba en la autopista Qingfu, ubicada en la ciudad de Lanzhou. La mezcla se colocó en un trozo de la carretera el pasado mes de septiembre, pero no se había escrito sobre ella hasta ahora, pues querían dejar pasar 5 meses.

Una vez superado ese tiempo, se ha visto que el asfalto es resistente y no ha experimentado grietas. Parece que el material funciona perfectamente.
Otras formas de reciclar turbinas eólicas
No hace tanto tiempo que se usan los aerogeneradores. Dado que tienen una durabilidad tan buena como hemos visto, aún no ha sido necesario generar con muchísimos residuos. Pero de aquí en adelante habrá cada vez más. Según cuentan en New Atlas, para 2040 se podrían estar retirando entre 10.000 y 20.000 turbinas al año, solo en Estados Unidos. Por eso, antes de esta última lluvia de ideas ya se habían planteado otras formas de reciclar turbinas eólicas.
Por ejemplo, hay empresas trabajando en su reciclado para obtener pellets de plástico reforzado. También se pueden usar de un modo parecido a lo que han hecho estos científicos en las carreteras. Se sustituiría la arena, pero no para elaborar asfalto, sino en el preparado de cemento. Incluso se ha visto una forma de extraer las fibras de vidrio prácticamente enteras para su uso en la industria.

Todo esto está prácticamente en pañales, pero nos aporta esperanza. Y es que podríamos temer que las centrales eólicas salven al medioambiente por un lado y lo condenen por otro; pero, visto lo visto, no parece que ese vaya a ser el caso. Podemos estar tranquilos.