En la última década, el fenómeno OVNI ha pasado de ser una teoría de la conspiración, a un tema que se investiga en las grandes esferas del poder. Un cambio que no pasó desapercibido para la cultura pop y que convirtió a la posibilidad de la vida en otros planetas en debate de actualidad. Todo lo anterior, hace que Resident Alien que puedes ver en Movistar+, sea no solo una serie divertida. Que lo es y por descontado. También, permite que la trama explore en la obsesión por todo lo relacionado con posibles seres alienígenas, combinando los mitos y creencias más frecuentes. Eso, a través de una inteligente sátira acerca de la naturaleza humana y el mundo moderno.
Basada en el cómic del mismo nombre de Peter Hogan y Steve Parkhouse, la premisa sigue a un extraterrestre (Alan Tudyk) cuya nave termina por estrellarse en un pueblo de Colorado. Todo, en medio de una compleja misión en la que deberá destruir la vida en nuestro planeta, debido a la capacidad destructiva de nuestra civilización. Pero como era de esperarse, nada será tan sencillo y mucho menos, cuando tome la apariencia de Harry Vanderspeigle, el único doctor del poblado. Un giro de los acontecimientos que le llevará a comprender mejor al ser humano y la vida en la Tierra.
La travesía convierte a Resident Alien en una combinación entre comedia y una sensible perspectiva acerca de las relaciones, el amor y la amistad. Pero más allá de eso, la serie es, también, una revisión a todos los tópicos relacionados con las múltiples y extrañas creencias acerca de un hipotético contacto entre nuestro planeta y otros mundos.

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De las supuestas razas que habitan el cosmos, a los temidos hombres de negro, pasando por teorías de ocultamiento de información por parte del poder. Lo cierto es que la producción juega con la idea de que incluso las posibilidades más extravagantes podrían ser ciertas. Y que de ser así, el mundo no está preparado para afrontar una situación tan compleja.
Una mezcla el humor y la ciencia ficción

Con un punto de partida semejante, Resident Alien pudo limitarse a explorar en la ciencia ficción pura. Pero el guion de Chris Sheridan logra que, además, la historia abarque varios escenarios a la vez. Por un lado, el largo y a menudo torpe proceso de adaptación de Harry al mundo que le rodea. Un punto que incluye, hacer amigos y hasta cuestionar su misión gracias a la súbita — y para él, inexplicable — empatía que desarrolla por sus vecinos y cercanos.
Al otro extremo, la forma en que el tranquilo pueblo de Patience lidia con el hecho de que hay al menos un par de misterios que revelar en su apacible rutina. En especial, porque a pesar de parecer un lugar idílico, esconde al menos a un asesino. La producción logra entonces que, aunque la mayoría del tiempo el argumento se preocupe por Harry y sus constantes descubrimientos acerca de sí mismo, también dedique interés a lo que ocurre a su alrededor. Ya sea la vida y dolores de su única amiga Asta Twelvetrees (Sara Tomko), al pasado tenebroso del humano al que suplanta.
Un alienígena en nuestro mundo

Resident Alien dedica tiempo y también habilidad en desarrollar a sus personajes lo suficiente como para que sean algo más que una excusa en el crecimiento de Harry. Así que a lo largo de sus tres temporadas (dos de las cuales están disponibles en Movistar+), la trama muestra al mundo a través de los ojos de su protagonista. Pero a la vez, también la forma en que cada elemento de su vida, se hace progresivamente más rico e interesante. Harry se hace preguntas sobre el pudor, el sexo y el amor, al mismo tiempo que comprende que destruir todo un planeta, es algo más que un deber asumido.
De modo que la producción analiza la idea de que el mundo en que vivimos se define por las conexiones que establecemos con los que amamos. Un concepto por completo nuevo para Harry, que a menudo describe su planeta como brutal. Pero, sin caer en la sensiblería de dar lecciones morales, la serie desentraña la complejidad del espíritu y el corazón humano. Una decisión que permite que la trama incorpore interesantes reflexiones sobre quienes somos, el mundo como un hogar y hasta el sentido de la lealtad.
Las más singulares teorías de la conspiración

Para su segunda temporada, la serie, además, innovó con la posibilidad de que la existencia de Harry no sea el único contacto extraterrestre conocido. Lo que dio cabida a toda una nueva dimensión de situaciones, que se enlazan con las típicas creencias acerca del contacto con la vida extraterrestre y OVNI. Pero Resident Alien evita ser solo una colección de rarezas. Por lo que brinda a cada situación un lugar bien pensado en la mitología que construye capítulo a capítulo.
Un lugar importante que termina por ocupar la sospecha de que el mundo de Harry no es el único interesado en el nuestro. Algo que transforma el argumento en una lucha por la supervivencia. Algo que ocurre de manera natural a medida que el alienígena se hace más consciente de su importancia como observador y toma en cuenta todo tipo de situaciones inexplicables. Un giro que abarca desde explorar la burocracia de un secreto a gran escala, hasta las experiencias individuales con el fenómeno OVNI.

Especialmente emocionante y significativo, es el final de temporada de la segunda entrega. En el capítulo, la trama incluye una serie de micro entrevistas a testigos de un aparente fenómeno cósmico. La combinación entre ficción y la realidad, le brinda una singular emoción no solo al episodio sino a la premisa entera. Por lo que algo queda claro: Harry es un visitante que comprendió lo importante que es la vida en cualquier lugar del universo. Un mensaje inusualmente profundo en medio de una serie cuyo principal propósito es hacer reír.