El traspaso del control creativo de James Bond a manos de Amazon MGM Studios, tras más de 60 años en poder de Eon Productions, ha sido la noticia bomba de un 2025 que recién comienza.
Pero detrás de tamaño movimiento se habría tejido una trama de marchas, contramarchas, solicitudes, negativas, descontentos, discusiones, negociaciones, enojos y un ultimátum de Jeff Bezos instando a desembolsar lo que fuese necesario no solo para quedarse con la codiciada propiedad intelectual, sino también para quitar de la escena a Barbara Broccoli y Michael G. Wilson, los históricos productores de la franquicia.
Según un extenso reporte de The Hollywood Reporter, Amazon intentó por todas las vías diplomáticas convencer al dúo Broccoli-Wilson de expandir la saga James Bond a otros formatos y producciones por fuera de las tradicionales entregas cinematográficas. Esto ocurrió, claro, tras la adquisición de MGM Studios por una suma superior a los 8.000 millones de dólares.
Desde un principio se dijo que la compra de MGM era un primer paso en la estrategia de Amazon para asumir el control creativo de James Bond. Pero esto terminó siendo mucho más difícil y complicado debido a la negativa rotunda de Eon Productions a romper su fórmula de varias décadas de historia.
El citado medio indica que Amazon MGM Studios trató de lograr la aprobación de Broccoli y Wilson para producir series que formaran parte del universo James Bond, pero que funcionaran como spin-offs de la franquicia cinematográfica. Específicamente, se habrían propuesto dos producciones: una enfocada en la señorita Moneypenny, la secretaria de M en el MI6, y otra en Felix Leiter, el agente de la CIA que ha colaborado con 007 en varias de sus misiones. Ninguna recibió el pulgar arriba de los productores, por supuesto.
James Bond, el exabrupto de Barbara Broccoli y el enojo de Jeff Bezos

De acuerdo con The Hollywood Reporter, los intentos de Amazon MGM Studios por ablandar a los responsables de Eon Productions no dieron resultados positivos. La tecnológica incluso habría intentado rodear a Barbara Broccoli de ejecutivos que fuesen de su agrado como parte de la estrategia, pero eso tampoco habría funcionado.
Se reporta, además, que a Broccoli le habría ofendido que Jennifer Salke, jefa de Amazon MGM Studios, se refiriera a la franquicia James Bond como "contenido" durante una reunión. Situación que habría colaborado en empeorar la relación entre las partes, que de por sí no era la mejor.
También se indica que la frustración mutua se habría incrementado tras las supuestas recomendaciones de actores para tomar la posta de Daniel Craig como 007 que habría hecho Amazon, y a las que Broccoli y Wilson se habrían negado. Situación que habría colaborado con las demoras para producir la siguiente entrega de James Bond, que pese a los rumores aún no tendría ni siquiera un guion redactado.
El punto de quiebre
El punto de quiebre en la relación entre Amazon y los productores de James Bond habría sido un exabrupto de Barbara Broccoli. Según un reporte de The Wall Street Journal de diciembre pasado, la susodicha calificó a los ejecutivos de la tecnológica como "malditos idiotas", y que esa fue la gota que colmó el vaso de Jeff Bezos.
El fundador del gigante del comercio electrónico habría leído dicho comentario y habría lanzado el ultimátum para que se desembolsara el dinero que fuese necesario para obtener la esquiva propiedad intelectual. "No me importa lo que cueste, desháganse de ella", habría ordenado el magnate.
Si bien no existe un dato certero —u oficial— respecto de la compra de James Bond, THR indica que el asunto les habría costado a los de Bezos una suma cercana a los 1.000 millones de dólares.