El último varapalo para la movilidad y los coches eléctricos llega directo desde Bruselas. La Unión Europea ha anunciado este miércoles una nueva norma que aumenta los aranceles a los vehículos eléctricos importados desde China. La decisión llega tras un movimiento muy similar por parte de EE. UU., que recientemente ha impuesto una tasa arancelaria del 100% para este tipo de productos fabricados en el país asiático.

Según una investigación de la propia UE, los fabricantes de coches eléctricos con sede en China cuentan con ventajas por "la transferencia directa de fondos", "la condonación o no recaudación de ingresos públicos" o "el suministro público de bienes o servicios por una remuneración inferior a la adecuada".

Es decir, que la UE cree firmemente que el mercado chino juega con ventaja y ofrece una competencia desleal a los fabricantes europeos de vehículos eléctricos. Desde Bruselas, han aprovechado el fango de la subida arancelaria a EE. UU. para tantear el terreno, algo que no ha sentado del todo bien al gobierno de Pekín.

En el caso de nuestro continente no ha sido tan extremo como en el país de la libertad, pues la Unión Europea ha confirmado que la subida será del actual 10% a un supuesto 38,1% como máximo.

De hecho, ya sabemos cuál será la subida arancelaria para las marcas más relevantes del país asiático. No todas se enfrentan al mismo aumento y la lista queda así:

  • BYD: 17,4%
  • Geely: 20%
  • SAIC: 38,1%
  • Otros fabricantes cooperantes en la medida arancelaria: 21%
  • Fabricantes que no hayan colaborado: 38,1%

Todo apunta a que, si la Organización Mundial del Comercio no llega a un acuerdo diferente con Pekín, las medidas se empezarán a imponer el día 4 de julio de este 2024. Es decir, en menos de un mes.

Xiaomi y el coche eléctrico

Comprador de vehículos eléctricos, prepárate

Ahora bien, más allá de las relaciones entre el gobierno europeo y el chino, esta subida tendrá un efecto casi inmediato en el consumidor final. El instituto alemán Keil ha estimado que unos impuestos del 25% supondrían una merma considerable en la cantidad coches eléctricos llegados desde China. De hecho, se han atrevido a dar la cifra de 125.000 vehículos menos, una caída del 25% anual.

Y claro, esta pérdida de unidades provocaría una caída en los ingresos de las marcas chinas entornos a los 3.700 millones de euros. Conociendo estos datos, no es muy difícil avecinar que el plato lo pagará el consumidor final con un aumento del precio en los vehículos eléctricos llegados desde China.

Si por algo se caracteriza el mercado chino, es por ofrecer márgenes pequeños y tarifas muy atractivas. Por lo que pasar de un 10 a un tipo impositivo máximo del 38,1%, sí o sí, les hará mover ficha.

Barco de BYD descarga coches eléctricos de China en un puerto

¿Cuál es el verdadero motivo de esta subida?

Pues bien, este movimiento político-económico por parte de la UE tiene un claro objetivo: proteger su propia industria de coches eléctricos. El mercado chino tiene mucho potencial y sus ventajas en económicas en la fabricación están suponiendo una competencia desleal para las actuales marcas europeas.

Por el lado contrario está Pekín, que prefiere mantener un tipo impositivo bajo y que su industria crezca. Y como potencial mundial tiene en su mano muchas herramientas para contraatacar el movimiento europeo.

De hecho, algunas fuentes afirman que China prepara una subida de aranceles para la carne de cerdo, los lácteos y los coches de combustión que se exportan desde nuestro continente al país asiático.

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