La mañana del 7 de mayo no solo fue importante por los anuncios de Apple, sino también por una bomba de despidos en Xbox. Microsoft confirmó el cierre de múltiples estudios de Bethesda, incluido Arkane Austin y Tango Gameworks. Los desarrolladores detrás de juegos como Dishonored, Prey y Hi-Fi Rush han quedado sin empleo.
Matt Booty, director de Xbox Game Studios, anunció los despidos por medio de un correo interno. El directivo mencionó que el cierre de estudios se debe a una estrategia "para priorizar títulos de alto impacto" y seguir invirtiendo en la cartera de juegos exitosos de Bethesda.
"Fortalecer estas franquicias e invertir en construir otras nuevas requiere que analicemos todo el negocio para identificar las oportunidades que están mejor posicionadas para el éxito", dijo Booty. "Esta nueva priorización de títulos y recursos significa que algunos equipos se realinearán con otros y que algunos de nuestros colegas nos dejarán".
La reorganización afecta directamente a cuatro estudios de Bethesda y Zenimax: Arkane Austin, Alpha Dog Studios, Tango Gameworks y Roundhouse Games. Los tres primeros cerrarán sus puertas, mientras que Roundhouse se unirá a ZeniMax Online Studios para trabajar en The Elder Scrolls Online. Xbox confirmó que algunos empleados se unirán a otros estudios de Bethesda.
Qué estudios de Bethesda cierran hoy
Los tres estudios afectados por la estrategia de Xbox son Arkane Austin, Tango Gameworks y Alpha Dog.
Arkane Austin, fundado en 2006 por Raphael Colantonio (Arx Fatalis) y Harvey Smith (Deus Ex), fue responsable de juegos como Dishonored o Prey. Pese a que el estudio ganó premios gracias a sus simuladores inmersivos, el descalabro de Redfall los afectó significativamente. Con el cierre de sus oficinas, Redfall ya no recibirá más actualizaciones y Xbox anunció que compensará a los jugadores que compraron el DLC Hero. El fin del Arkane Austin no afectará a las oficinas de Lyon, aunque su director, Dinga Bakaba, lanzó una crítica a los ejecutivos de Microsoft.
Tango Gameworks, fundado en 2010 por el creador de Resident Evil, Shinji Mikami, el estudio con sede en Tokio produjo juegos como The Evil Within y The Evil Within 2. Previo a la compra de Bethesda, Tango cerró un acuerdo de exclusividad con PlayStation para desarrollar Ghostwire: Tokyo. Años más tarde lanzó el multipremiado Hi-Fi Rush en Game Pass y PlayStation 5, aunque perdió a Shinji Mikami y su directora creativa, Ikumi Nakamura. Con el cierre de Tango Gameworks, Xbox se queda sin presencia en Japón.
Alpha Dog Games, también conocido como ZeniMax Halifax, se fundó en 2012 con el objetivo de desarrollar juegos para móviles. Su catálogo incluye títulos como Wraithbone, MonstroCity: Rampage o Ninja Golf, aunque es más probable que los conozcas por Mighty DOOM. Aunque este juego se basa en la exitosa franquicia de id Software, no tuvo un buen recibimiento debido a su poca originalidad y exceso de micropagos.
Xbox está convirtiéndose en una EA
El cierre de los tres estudios de Bethesda se suma a los despidos de casi 2.000 empleados de Activision Blizzard que ocurrieron a inicios de año. El director de Xbox Game Studios declaró que "estos cambios no son un reflejo de la creatividad y las habilidades de las personas talentosas de estos equipos, ni de los riesgos que asumieron para probar cosas nuevas".
Booty añadió que Xbox tomó esta "difícil decisión" para invertir en sus juegos prioritarios. El discurso, cada vez más frecuente en la industria, contradice las palabras de Phil Spencer, quien hace un año declaró en una entrevista que quería darles a sus equipos "la plataforma creativa para impulsar sus habilidades y aspiraciones".
Xbox está en camino a convertirse en la editora de juegos más grande. Lo ocurrido hoy deja entrever que la división de juegos de Microsoft está adoptando las malas prácticas de Activision y EA, quienes compraban estudios para desaparecerlos o convertirlos en equipos de soporte para franquicias exitosas.
Algunos pronostican que los despidos y cierres de estudios se extenderán por 18 meses. Las empresas seguirán apostando por los Call of Duty, FIFA y otras sagas establecidas, una estrategia que terminará por mermar la creatividad en la industria de videojuegos.