La última entrevista concedida por Elon Musk al periodista Don Lemon ha dado mucho que hablar por numerosos motivos. Tanto como para sacar de sus casillas al magnate. Muchas de sus declaraciones están siendo comentadas en redes sociales. Entre ellas, la afirmación de que consume ketamina cuando necesita salir de un “estado de ánimo negativo”. "Como una depresión, supongo". Esto es algo muy habitual en Silicon Valley, donde se realizan los famosos retiros de ketamina. Pero, sin duda, de todas las personas que podrían comentarlo, Musk es la más controvertida.
La ketamina tiene varios usos médicos aprobados. No obstante, también se consume como droga recreativa en muchas partes del mundo. Tiene un alto poder adictivo y puede provocar la muerte a dosis bajas. Por eso, que alguien tan influyente como Elon Musk reconozca abiertamente que la toma, ha hecho a muchos expertos en la materia poner el grito en el cielo.
Ahora bien, ¿cómo ha podido caer alguien como él, que controla tantísimo sus acciones, en una cosa así? ¿Podría ser que tenga algo de cierto lo que dice? En realidad sí. La ketamina puede servir para mejorar el estado de ánimo, pero no es tan sencillo como él lo plantea.
¿Qué es la ketamina?
La ketamina se sintetizó por primera vez con fines anestésicos en el año 1962. Está más que demostrado su papel en la reducción del dolor, por lo que su uso está ampliamente extendido, tanto en veterinaria como en medicina. Si bien hoy en día para los humanos hay otras opciones de sustancias anestésicas, sigue siendo una de las más empleadas para otros animales.
Lamentablemente, como ocurre con otras muchas sustancias con aplicaciones médicas, también puede provocar adicción. Poco después de que empezara a usarse en el ámbito médico, algunos pacientes se sorprendieron al comprobar que los efectos eran parecidos a los del PCP. Estas son las siglas que se le dan a la fenciclidina o polvo de ángel. Si bien el polvo de ángel también nació como anestésico, no tardó en pasar a un uso recreativo, pues su consumo puede causar euforia, alucinaciones y otras sensaciones que resultan muy placenteras para los consumidores.
Los efectos de la ketamina inicialmente son los mismos. Lamentablemente, tanto esta como el polvo de ángel tienen una segunda cara menos afable. Si no se administra de forma controlada en un ambiente médico, puede causar ansiedad, paranoia y paros respiratorios y cardíacos. Además, la dosis susceptible de provocar la muerte no es muy elevada.
¿Por qué la toma Elon Musk?
En 2019, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y su homóloga estadounidense (FDA) aprobaron la comercialización de un derivado de la ketamina, llamado esketamina, para el tratamiento de casos de depresión severa.
Del mismo modo que otras drogas psicodélicas, se ha visto que puede ayudar a entrar en el cerebro y mejorar la eficacia de la terapia psicológica. No obstante, dado su gran potencial adictivo y los posibles efectos secundarios, solo se debe utilizar en casos muy extremos. Esto significa que sería una última medida para pacientes resistentes a otros tratamientos contra la depresión.
Este no parece el caso de Elon Musk. Al menos, no es así como él lo describe. El magnate señala que él la toma como algo natural, cuando quiere sentirse mejor. Habla también de una supuesta depresión, pero él no puede hacerse un autodiagnóstico. La depresión es algo muy complejo y solo un profesional puede decidir si es eso lo que le ocurre.
Sus declaraciones pueden dar a entender que es seguro y que alguien con ansiedad o problemas del estado de ánimo puede encontrar la solución a sus problemas con esta droga. Pero, en realidad, es algo mucho más complejo. Por eso, las personas con un altavoz tan grande como el suyo deberían controlar sus declaraciones en temas tan espinosos como este. Sería mucho mejor aprovechar ese altavoz para animar a quien no se encuentre en su mejor momento mental o emocional para que vaya a terapia. Ese es el primer paso. Si después hay que seguir escalando será un profesional quien lo decida.