El apartado gaming del Xiaomi Mi 10 Pro+ podría ser uno de los más destacados del próximo buque insignia de la marca. Este dispondría de diferentes modos para personalizar y ajustar el rendimiento gráfico del dispositivo con el fin de obtener una configuración acorde a las necesidades particulares de cada caso.
Así lo revela, al menos, la reconocida cuenta de Twitter Ice Universe, quien asegura que la firma asiática ha trabajo de manera conjunta con Qualcomm para hacer esto posible. Junto a la publicación se adjuntan una serie de capturas de pantalla que muestran la nueva utilidad. Entre las funciones disponibles que podrán ser utilizadas por el usuario se hallan un filtrado anisotrópico, de texturas o perfiles ya creados por defecto.
Herramientas que no distan mucho de lo que algunos fabricantes han decidido ir incluyendo de manera paulatina en sus smartphones a lo largo de los tiempos recientes. Es una de las consecuencias derivadas del auge del gaming móvil, propiciado por las mejores especificaciones de los terminales, hace que cada vez sean más quienes buscan exprimir al máximo las capacidades de sus smartphones.
Ampliando la gama con el Xiaomi Mi 10 Pro+
El Xiaomi Mi 10 Pro+ será el último integrante en llegar a una de las gamas más completas del momento. Se sumará a los ya presentes Mi 10 Lite, Mi 10 y Mi 10 Pro, sustituyendo el lugar que ocupa este último. De hecho, se espera que ambos cuenten con el mismo procesador, el Snapdragon 865, en lugar de incluir el más reciente Qualcomm Snapdragon 865 Plus. Podrían existir, eso sí, ciertas diferencias de rendimiento.
Además, se espera que el dispositivo disponga de otras de las cualidades punteras del momento. Entre las mismas se hallaría una pantalla con una tasa de refresco de 120 Hz o una carga rápida de hasta 120 W. Su cámara dispondría de un sensor principal de 108 megapíxeles. La batería, por su parte, se encontraría situada en los 4.500 mAh.
Como ya ocurriera en el caso del anterior buque insignia, el Xiaomi Mi 10 Pro+ se encontrará ubicado en el segmento más alto de la firma, con un valor que podría rondar o superar los 1.000 euros.