El sector de la alimentación y el emprendimiento pasa por un momento peculiar. Han confluido en un mismo punto para, desde Silicon Valley, intentar explotar un negocio que se ha adaptado a las circunstancias sociales. Poco tiempo, materia primas caras, obsesión por lo natural y saludable son los ingredientes esenciales para la proliferación de estas compañías.

La historia comenzaba con compañías como Soylent, Joylent o Jimmy Joy; alimentos en polvo capaces de cubrir todas las necesidades alimenticias de un ser humano. Más tarde evolucionaron a las barritas energéticas y los inversores de medio mundo pusieron sus ojos y cheques en los proyectos.

«Agua cruda», el último disparate nacido en Silicon Valley que podría matarte

Otros, decidieron aprovechar el tirón del sector con proyectos de dudosa procedencia. La leche cruda, altamente perjudicial para la salud, ha sido el último de una larga lista que también ha pasado por el agua cruda, igualmente controvertida. Pero, sin duda, el rey de todos los disparates fue el de Juicero. Una máquina para exprimir bolsas de zumo de más de 700 euros y financiada con 120 millones de dólares. Uno de los mayores escándalos de Silicon Valley de los últimos años que sacó los colores a más de uno en las cálidas costas de San Francisco.

Juicero: de 100 a 0 en cuestión de segundos

Y de zumos va la cosa. Una nueva compañía nacida en Portugal, pero con sede en Estados Unidos quiere hacerse con el mercado de los zumos de frutas y verduras. Kencko busca hacer más accesibles las frutas y verduras a los consumidores en formato liofilizado, similar al de la NASA, manteniendo todas las propiedades de los alimentos. Una bolsa de frutas y verduras en polvo, agua y un vaso mezclador serían suficientes para tomar una dosis diaria de alguna de las seis opciones disponibles. Sin azúcar o conservantes añadidos, la propuesta de la startup sería lo más cercano a comer fruta fresca.

¿Se puede vivir comiendo solo vegetales y frutas?

En un país en el que el acceso a productos frescos puede convertirse en una odisea en cuanto a tiempo y dinero, el proyecto no se antoja descabellado. Habría que ver su implantación en geografías en las que el acceso a vegetales está mucho más extendido. En cualquier caso, este discurso ya les ha valido la entrada en el Techstars de Londres de este año, prácticamente unas semanas después de hacer fundado la compañía en marzo.

Buena idea, pero con cuidado

Toda compañía cuenta con una historia detrás. El caso de Kencko, con buen fondo, podría tener razones equivocadas. O, al menos, tomarse como una equivocación por algunos sectores defensores de las dietas como recurso médico absoluto.

Si bien es cierto que la recomendación de la OMS para seguir una dieta saludable es la de consumir, al menos, 400 gramos de frutas y verduras al día, la realidad es que son muy pocos los que siguen esta pauta. Una dieta rica en estos nutrientes tiene la capacidad de reducir el riesgo de algunas patologías y mejorar la calidad de vida de los que la siguen.

¿Se puede vivir comiendo solo vegetales y frutas?

Tomas Froes, fundador de Kencko, cuenta si historia a Techcrunch. Diagnosticado de gastritis aguda, el fundador decidió convertirse al veganismo con el objetivo de reducir el consumo de grasas saturadas y carnes. De ahí pasó a la salud alternativa, prescindiendo de los medicamentos recetados. Si bien es cierto que la Asociación Americana de Dietética confirma que las dietas veganas o vegetarianas pueden ayudar al tratamiento de ciertas enfermedades gástricas, entre ellas la gastritis, pero requieren una planificación cuidada y medida. En ningún caso se recomienda sustituir medicina por pautas de salud alternativa; como bien recuerdan los casos de enfermos de cáncer que, si bien una dieta ayuda a su mejor calidad de vida según la Asociación Española Contra el Cáncer, no pueden ser sustitutivos de los tratamientos médicos pautados.

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