Un conductor ha batido un nuevo récord en España al dar positivo en un test de alcoholemia con un resultado jamás visto en el territorio y dejando atrás los 1,74 mg/l que arrojó un conductor del País Vasco en 20214 después de que la Policía le hiciese dicha prueba.
A principios de junio, los Mossos d’Escuadra publicaron en su perfil en X (Twitter) que un conductor llegó a dar 1,83 mg/l en una prueba de alcoholemia de récord que estaban realizando en la localidad de Fornells de la Selva, en Girona. Supera así hasta 7 veces la tasa de alcohol permitida, que actualmente es de 0,25 mg/l. Se desconoce si algún conductor ha llegado a dar una tasa más elevada en algún momento, pues ningún miembro de los cuerpos de seguridad han comunicado una cifra mayor a la de 1,83 mg/l que dio este conductor.
La Policía ha confirmado que procedieron a la inmovilización del vehículo y que han llevado la denuncia al juzgado, al concluir que supone un presunto delito contra la seguridad vial, el cual se establece en el artículo 379 del Código Penal.
¿Puede ir a la cárcel por alcanzar tal cifra en un test de alcoholemia?
Si finalmente el juez dictamina que, efectivamente, el conductor superaba en hasta 7 veces la tasa de alcohol permitida, podría poner al conductor una pena acorde al mencionado artículo del Código Penal. Este, en concreta, establece como castigo una “pena de prisión de tres a seis meses”, una multa de doce meses o “trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días”. Todo ello, por supuesto, con la prohibición del derecho a conducir vehículos de motor o ciclomotores en un periodo de uno hasta cuatro años.
Teniendo en cuenta que el resultado que supone un delito grave es de 0,60 mg/l, y el del conductor de Fornells de la Selva triplica esta tasa, el juez podría sentenciarle a seis meses de prisión y prohibirle la conducción durante cuatro años.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que el conductor no habría cometido otros delitos a causa de su estado de embriaguez. De ser el caso, las penas podrían ser considerablemente más estrictas.
Recordemos que, en la actualidad, la tasa de alcohol permitida es de 0.25 miligramos por litro de aire expirado (o 0,5 gramos por litro en sangre) para aquellos conductores generales. En el caso de conductores profesionales o más nóveles, es de 0.15 mg/l en aire espirado.