Deberíamos ir desechando de una vez por todas el típico concepto de la operación bikini. No es necesario ningún intrincado plan para poder enfundarnos un bikini en verano. Basta con comprarlo de nuestra talla. Al final, lo que consiguen estos conceptos es generar muchas inseguridades. Pero no solo se desecha el concepto, sino que incluso existen supuestos suplementos alimenticios, como Bikini Forte, que se aprovechan de él para vender pastillas para adelgazar que prometen una pérdida rápida de peso. La cuestión es que lo consiguen. Pero básicamente porque no es un suplemento alimenticio, sino un fármaco con un principio activo que lleva prohibido en la Unión Europea desde 2010. Ese es el motivo por el que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) acaba de retirar estas pastillas para adelgazar del mercado, alertando a la población para que no las consuma.
El principio activo que contiene Bikini Forte es la sibutramina. Se trata de un compuesto anorexigénico. Esto significa que reduce el apetito y, además, produce un aumento del gasto calórico. Todo eso suena muy bien, desde luego. El problema es que también acelera el ritmo cardíaco hasta niveles que pueden ser muy peligrosos. Eso ya no suena tan bien.
La sibutramina no se encuentra en el etiquetado de Bikini Forte. Al contrario, estas pastillas para adelgazar se venden como un producto totalmente natural, compuesto a base de plantas. Sin embargo, no solo contiene sibutramina, sino que esta se encuentra a una dosis suficiente para que deba ser declarado como fármaco. No es el caso, por lo que su venta es ilegal por muchísimos motivos. Si tienes un envase de estas pastillas para adelgazar en casa, no lo consumas. Y no tengas vergüenza de usar bikini este verano, sea cual sea tu talla.
Pastillas para adelgazar ilegales
La sibutramina tiene un efecto adelgazante muy amplio por lo que ya hemos visto. Reduce el apetito, pero también aumenta el gasto calórico. Esto último ocurre porque, según explican en un comunicado de la AEMPS, atenúa la disminución adaptativa del metabolismo basal durante la pérdida de peso.
Esa disminución adaptativa es un mecanismo de nuestro propio cuerpo para que no nos muramos de hambre. Cuando se percibe que nuestra ingesta calórica está disminuyendo masivamente, se ralentiza el metabolismo para aprovechar al máximo las pocas calorías que nos llegan. Por eso, a veces las dietas muy drásticas dan lugar al efecto totalmente contrario. Al principio no se adelgaza, porque el metabolismo se adapta. Para colmo, dado que suelen ser muy difíciles de mantener en el tiempo, acabamos dándonos atracones.
Dejando esa cuestión a un lado, lo que hace la sibutramina es anular esa respuesta adaptativa de nuestro organismo. Nuestro cerebro detecta que no estamos ingiriendo suficientes calorías y no hace nada para exprimir al máximo la energía, por lo que adelgazamos a costa de sufrir un deterioro en nuestra salud.
Esto ya es un problema de por sí. Pero no el único. El aumento del ritmo cardíaco y la frecuencia cardíaca generados por la sibutramina pueden dar lugar a arritmias, cardiopatías isquémicas y accidentes vasculares graves. Ese es el motivo por el que en 2010 la Unión Europea suspendió la comercialización de pastillas para adelgazar y otros productos a base de sibutramina. Es ilegal que ahora haya otros productos, como Bikini Forte, que se comercialicen dentro de las fronteras europeas.

No tomes Bikini Forte
La AEMPS ya ha tomado las medidas pertinentes para prohibir la comercialización y retirar del mercado las existencias de Bikini Forte. Aun así, puede que alguien ya lo hubiese adquirido para prepararse para la mal planteada operación bikini. Si es tu caso, no lo consumas. Los efectos secundarios pueden ser gravísimos. Es totalmente aceptable que quieras adelgazar, pero hay formas mucho más sanas de hacerlo. Consulta con un profesional y déjate de sustancias maravillosas. Casi todas suelen tener una letra tan pequeña que a las compañías que las comercializan se les olvida incluirla en la caja. ¿O no se les olvida?