La Unión Europea ha emitido una alerta sanitaria grave en relación a una partida de atún de aleta amarilla (Thunnus albacares) comercializado en España con cantidades muy elevadas de mercurio. Este producto no se comercializa solo en nuestro país. También se exporta a otros, como Italia, de donde ha partido el aviso que ha dado lugar a la alerta por parte del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF, por sus siglas en inglés).

Y es que fueron las autoridades sanitarias italianas las que, en un análisis rutinario, detectaron en el pescado una dosis de mercurio de 1,7 ± 0,4 mg/kg. La cantidad máxima permitida es de 1 mg/kg, por lo que esta se supera con creces.

El atún de aleta amarilla, también denominado atún claro, es el segundo más conocido en España, después del atún rojo. De hecho, es el que habitualmente se vende en latas de conserva. En este caso, la partida contaminada se ha comercializado en forma de lomos de pescado fresco y marinado. Por eso, además de lanzar la alerta sanitaria, se ha procedido a retirar el lote afectado de supermercados y pescaderías. Si recientemente has comprado lomos de atún de aleta amarilla y tienes dudas, consulta con el establecimiento en el que lo adquiriste. 

El mercurio es habitual en el atún

En realidad, encontrar mercurio en el atún no es para nada rato. La alerta sanitaria no se ha lanzado por su presencia, sino por la cantidad en la que se encuentra.

Esta sustancia suele proceder de las emisiones de la industria, por lo que de ahí pasa al suelo y la atmósfera. Sin embargo, tanto las aguas residuales como la lluvia y las escorrentías lo llevan hasta el mar, donde se acumula con el paso del tiempo. Los peces pequeños lo ingieren y los grandes ingieren muchos peces pequeños. Por eso, las mayores cantidades de mercurio se encuentran en peces de gran tamaño, como el atún.

Las autoridades sanitarias europeas han calculado la cantidad de mercurio que, en principio, no se considera perjudicial par ala salud. Por eso, siempre que esta se exceda, se debe enviar una alerta.

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Los pescados grandes, como el atún de aleta amarilla, suelen contener más mercurio. Crédito: Marc Taquet (Wikimedia Commons)

La alerta sanitaria ha funcionado bien

Cada vez que se lanza una alerta sanitaria entramos en pánico. ¿Cómo pueden llegar los alimentos contaminados a la cadena de distribución? Bien, es cierto que lo ideal sería que no lo hicieran. Sin embargo, lo innegable es que, si se lanzan rápido, el sistema está funcionando bien. Al trabajar en conjunto con las autoridades sanitarias de distintos países, es mucho más fácil que se detecte el problema en un control rutinario y se dé la voz de alarma antes de que el problema vaya a mayores.

Por lo tanto, una alerta sanitaria debe verse como una señal del buen funcionamiento del sistema que utiliza la industria alimentaria. Aun así, puede que se hayan vendido algunas unidades; así que, ante cualquier sospecha, no dudes en consultarlo o, si no, en deshacerte del pescado. Desperdiciar alimentos es una mala idea, pero si hay dudas sobre su seguridad está más que justificado.