Adam Sandler se encuentra en una especie de territorio de nadie. Tiene momentos brillantes en la comedia bobalicona y corporal, como en Happy Gilmore, estrenada en 1996. Al otro extremo, ha demostrado ser un actor lo suficientemente interesante como para ser considerado candidato en la temporada de premios. En Diamantes en bruto de los hermanos Ben y Josh Safdie, demostró no solo ser un solvente intérprete dramático. A la vez, ser capaz de profundizar en un tipo de personaje lleno de puntos oscuros. 

Algo semejante ocurre en El astronauta, disponible en Netflix. Sandler interpreta a Jakub, un solitario con una misión científica a cuestas. Adaptación del libro Spaceman of Bohemia de Jaroslav Kalfar, la película explora un ángulo poco común de la aventura espacial. A saber: qué ocurre cuando un suceso, en esencia científico, se mezcla con las emociones de un hombre que debe sacar conclusiones exactas sobre lo que pasa.

El director, Johan Renck, le brinda un aire melancólico y destartalado a la película, llena de tonos ocres y secuencias silenciosas. Al otro extremo. El guion de Colby Day, dedica entonces una buena cantidad de tiempo, a detallar como Jakub, se enfrenta al miedo de un evento cósmico inexplicable y a sus propios terrores.

El astronauta

El Astronauta toma la premisa de un suceso espacial, que impacta en la vida de los que lo investigan y la convierte en un drama intimista. O al menos, eso intenta, a medida que el torpe guion explora en la historia de una misión, que lleva a su único oficial a bordo, a enfrentar el dolor y el miedo. Pero ya sea porque el argumento falla o Sandler carece de la capacidad para dar vida a un personaje de semejante complejidad, la película decae de inmediato y se vuelve tediosa.

Puntuación: 2.5 de 5.

Para la ocasión, el actor entonces explora su faceta más contenida y oscura. En un escenario complicado, el planeta se enfrenta a un fenómeno cósmico que nadie entiende bien de qué se trata. La Nube Chopra, una especie de condensación de sedimentos para lo que no hay explicación, tiene cuatro años flotando sobre la Tierra. Por lo que, en medio de la paranoia que provoca, los países del globo se han unido. Con cierto aire a Por toda la humanidad de Apple TV+, el argumento muestra entonces las diferentes misiones, que este presente hipotético plantea. Incluyendo, un tipo de ingeniería con problemas que lleva a la carrera especial al ángulo del error humano. 

Un hombre que arriesga la vida por el conocimiento

El astronauta

La misión de Jakub, financiada por una empobrecida Europa del Este, está lejos de los viajes estelares con tecnología de punta norteamericanos. Así que el personaje debe enfrentar fallos técnicos de última hora, puertas que se rompen y la posibilidad que un error mecánico le cueste la vida. Pero a pesar de eso, está convencido de la necesidad de explorar qué es lo que sea que orbita la tierra. El argumento exige del actor, un fatalismo casi trágico. Jakub sabe que las cosas pueden salir mal y que, de hecho, es probable que así sea. Pero Sandler no logra mostrar angustia o un sentimiento más allá, de una preocupación genérica. Sabemos que su personaje está atormentado.

No obstante, el intérprete tiene tan poca habilidad para mostrar los motivos de ese sentimiento, que la película se preocupa más por enfocar su rostro ceñudo. La trama de El astronauta carece de la profundidad para analizar lo que exige de su actor. Por lo que durante la primera hora, la colección de planos frontales de su inquieto protagonista y los problemas casi domésticos que atraviesa, resultan tediosos. La cinta exige paciencia para llegar, finalmente, al evento complejo en que es el centro de su conflicto y que se hace más extraño a medida que avanza la historia. 

El astronauta

Por un lado, la película muestra el ángulo humano de Jakub, que en medio de su investigación especial, atraviesa un divorcio. Su esposa Lenka (Carey Mulligan) está decidida a dar marcha atrás a una relación fracturada desde el comienzo. Pero los intentos de la actriz por mostrar cómo su personaje lucha contra los innumerables obstáculos de la burocracia, son creíbles para dar profundidad a este drama humano. Tampoco hay demasiado tiempo: el argumento comienza, entonces, a narrar la situación inexplicable que vive Jakub. 

Un hallazgo imposible en ‘El astronauta’

En soledad por casi tres meses, insomne y cada vez más tenso por todo lo que ocurre a su alrededor, Jakub comienza a sufrir alucinaciones. Solo qué, podrían no serlo. La araña que brota de su boca y de pronto le informa en tono cauto que “es real”, podría ser efecto del misterio cósmico que investiga. O así lo deja entrever el guion. Pero lo hace con tanta torpeza, que mientras la criatura conversa con Jakub (con la voz de Paul Dano), la sensación que se trata de una alucinación no cesa.

El astronauta

Poco a poco, El astronauta intenta mezclar reflexiones filosóficas con la tensión de una emergencia en un vehículo espacial con tintes realistas. Sin embargo, no logra mantener el equilibrio entre ambos tropos y termina por ser un fastidioso giro fantástico en un escenario de ciencia ficción. No ayuda demasiado, tampoco, que Adam Sandler no sepa qué hacer con su personaje. 

Si mostrarse desolado por su pérdida de la vida en la Tierra o asombrado por un descubrimiento mayor. El actor, que otras veces ha logrado mostrar la inquietud interna en papeles complejos, no lo consigue en esta historia introspectiva y con tintes pesimista. Lo que lleva a la película entera al mismo terreno de nadie en que se encuentra la interpretación del actor. 

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