Aunque cada vez encontramos a más mujeres, si acudimos a la sala de máquinas de un gimnasio, generalmente veremos a una mayor cantidad de hombres. Es cierto que suele decirse que las mujeres practican menos ejercicio físico. La mayoría de estadísticas apuntan en este sentido. No obstante, según un estudio reciente, esto no es un problema, puesto que ellas necesitan menos sesiones de entrenamiento para obtener beneficios en su salud a largo plazo.

Se trata de un estudio muy completo, realizado por científicos del Schmidt Heart Institute, de California. En él han participado alrededor de 400.000 personas, con edades entre los 27 y los 61 años, a las que se ha hecho un seguimiento desde 1997 hasta 2019. El objetivo era comprobar sus rutinas de ejercicio físico y relacionarlas con la probabilidad de muerte por enfermedades asociadas al sedentarismo.

Se vio que, efectivamente, las mujeres realizan mucho menos ejercicio físico. No obstante, la probabilidad de fallecer por este tipo de causas era menor que en los hombres. Con poco entrenamiento que realizaban, obtenían una protección extra que a los voluntarios masculinos les costaba mucho más esfuerzo. Las causas no están del todo claras, aunque los autores del estudio tienen algunas hipótesis.

Sesgos de género en el ejercicio físico

Según el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España, a febrero de 2023, el porcentaje de mujeres trabajadoras que realizaban actividades deportivas, culturales o de ocio, era de un 39,3%, frente al 45,5% de los hombres. Esto indica que las mujeres, del mismo modo que tienen más problemas con la conciliación, tampoco disfrutan de suficiente tiempo libre para realizar actividades ajenas al trabajo y el hogar.

Esto incluye el deporte, pero también otras actividades. Si nos centramos específicamente en el ejercicio físico, podemos analizar los datos de una encuesta realizada por la Fundación Española del Corazón en 2021. En esta se concluye que el sedentarismo es mayor en mujeres, con un 22,4% de casos, en comparación al 16,2% en hombres.

Además, hay muchos más hombres que mujeres federados en la mayoría de disciplinas deportivas. Esto indica que hay algún factor, posiblemente social, por el que las mujeres tienden a realizar menos ejercicio físico. El propio estudio recién publicado en Estados Unidos llega a esa misma conclusión, también en su país.

Todo esto puede conllevar que las mujeres que no tienen tiempo de realizar ejercicio físico se frustren, al verse incapaces de alcanzar la frecuencia adecuada para obtener beneficios. No obstante, con este estudio se concluye que esa frecuencia se calcula en referencia a las personas que más realizan deporte: los hombres. Por eso, ya ha llegado la hora de hacer distinciones por género. Las mujeres necesitan entrenarse menos para tener los mayores beneficios.

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Los hombres necesitan más sesiones de fuerza y más horas de cardio a la semana que las mujeres. Crédito: Arthur Edelmans (Unsplash)

Algunas cifras del estudio

Uno de los datos que más llaman la atención de este estudio es que las mujeres con un mínimo de actividad física reducían la probabilidad de muerte en un 24%, en comparación con las que no hacían nada de ejercicio físico. En cambio, para los hombres esa probabilidad en una situación similar solo se reduce en un 15%.

También se analizaron las necesidades de ejercicio físico para alcanzar un beneficio máximo. En el caso de las mujeres, bastaba con poco más de 2 horas de cardio y una sesión de entrenamiento de fuerza a la semana. Sin embargo, los hombres necesitaban 5 horas de cardio y 3 sesiones de entrenamiento de fuerza.

¿Por qué las mujeres necesitan realizar menos ejercicio físico?

En este estudio no se esclarecen las causas por las que las mujeres necesitan menos ejercicio físico. Pero sí que hay algunas hipótesis.

Los autores creen que puede deberse a que las mujeres tienen menos masa corporal magra que los hombres. Esta es la masa libre de tejido adiposo, por lo que se compone del músculo, los huesos, la piel y los órganos. Si esta masa es muy elevada, se dificulta que los vasos sanguíneos se expandan con el ejercicio físico. Por eso podría ser que los hombres necesiten trabajar más duro. 

De hecho, en otros estudios se ha visto que las medidas de flujo sanguíneo de las mujeres durante el ejercicio físico son mayores que las de los hombres. Esto apoyaría la hipótesis de la masa magra.

Será necesario seguir investigando para tener más claras las causas. No obstante, lo que está claro es que las mujeres no necesitan ejercitarse tanto como los hombres para conseguir beneficios en su salud. Se agradece un privilegio de vez en cuando. 

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