¿Recibir una dosis de la vacuna contra la COVID-19 y llevarte unos AirPods de regalo? No has leído mal. Esa es la nueva estrategia de la ciudad de Washington D.C. para motivar a los más jóvenes a recibir su primer pinchazo de Pfizer.
Muriel Bowser, alcalde de la capital de Estados Unidos, ha compartido esta iniciativa en su perfil oficial de Twitter indicando que los vacunados, si lo desean, también pueden recibir una tarjeta regalo de 51 dólares en lugar de los citados auriculares. En paralelo, los jóvenes entrarán en el sorteo de un iPad con auriculares o una beca de hasta 25.000 dólares.
Para conseguir algunos de estos premios, los interesados deberán tener entre 12 y 17 años, asistir a uno de los centros de vacunación indicados por el alcalde y, evidentemente, recibir la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, que es gratuita.
El anuncio de Bowser ha causado múltiples comentarios negativos. Muchas de estas críticas se pueden leer en las respuestas al tweet publicado en la cuenta oficial del alcalde.
Algunas personas se muestran en contra del uso de incentivos para que los menores acudan a recibir la dosis de la vacuna contra la COVID-19. No obstante, muchos de los comentarios son irrazonables, dado que uno de los requisitos para poder vacunarse y conseguir los AirPods es que el menor debe estar acompañado de un adulto, como sus padres o su tutor legal. Por lo tanto, el progenitor tiene que permitir si su hijo se vacuna o no.
La vacuna contra la COVID-19 ya se usa en mayores de 12 años
En mayo, la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos aprobó el uso de la vacuna de Pfizer en adolescentes de entre 12 a 15 años, mientras que los sanitarios comenzaron a administrar las primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19 a los mayores de 16 años en diciembre de 2020. Pese a ello, en Estados Unidos, este grupo de edad es el que acumula un menor porcentaje de población vacunada
El número de contagios, sin embargo, sigue creciendo considerablemente, y preocupan las diferentes variantes, que son más contagiosas y pueden poner en riesgo a las personas que, hasta ahora, parecían menos vulnerables.