Científicos de General Electric desarrollan un diminuto sensor que detecta el virus que causa la COVID-19, y planean adaptarlo a dispositivos móviles. Los investigadores recibieron una subvención por dos años por parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, para agilizar el trabajo.

El sensor, desarrollado por GE Research, sería capaz de integrarse con smartphones y relojes inteligentes. Pero eso no sería todo, ya que también sería utilizable en teclados de ordenadores y lectores de huellas digitales, entre otros. Con esta nueva herramienta se podría detectar la presencia de nanopartículas del virus que origina la COVID-19 "en pantallas, mesas y otras superficies".

“Todos entramos en contacto con diferentes superficies durante el día, desde pantallas de computadora y mesas de conferencias hasta quioscos en el aeropuerto y, por supuesto, máquinas de tarjetas de crédito en las tiendas (...). Si bien todos hacen un gran trabajo manteniendo limpias estas superficies, queremos agregar una capa adicional de seguridad al poder detectar la presencia del virus ”, manifestó Radislav Potyrailo, investigador principal del proyecto.

GE perfecciona las herramientas de detección de la COVID-19 en superficies

COVID-19 coronavirus
Foto por Fusion Medical Animation en Unsplash

De acuerdo con General Electric, el equipo de científicos destinó la última década a desarrollar y perfeccionar tecnologías de detección miniaturizadas. Las mismas brindarían capacidades de detección aguda similares a las de instrumentos de laboratorio, pero ocupando sólo una fracción del tamaño.

Portyrailo aseguró que el elemento en desarrollo es "extremadamente confiable" y puede identificar sin problemas la COVID-19, aislándolo de otros elementos. "Nuestros sensores son como sabuesos. Los entrenamos para que detecten una cosa específica, y pueden hacerlo bien sin que nada los desvíe del camino", indicó.

Con la ayuda económica de los Institutos Nacionales de Salud, los investigadores de GE Research quieren demostrar que es posible contar con sistemas de detección confiables y con grandes posibilidades de aplicación. De todos modos, que el sensor quepa en un smartphone no implica necesariamente que sea adoptado de inmediato por la industria.

Si el desarrollo de General Electric se mantiene por la buena senda, no sería de extrañar que los sensores miniaturizados encuentren rápida adaptación. En una época en las que se refuerza el pedido de distanciamiento, lavado de manos y uso de mascarilla, no viene mal pensar en una capa de seguridad adicional. Más aún en lugares de acceso público como aeropuertos, bancos, tiendas, cajeros automáticos o máquinas de autoservicio.