Llevábamos tres episodios de WandaVision (Jac Schaeffer, 2021), disponibles en Disney Plus, con la sensación de que quizá debería dejarse de tanta comedia televisiva e ir más la médula del espectáculo superheroico. No porque el concepto no sea original, considerando que la propia esencia de sitcom televisiva forma parte de la trama, ni porque no nos brinden momentos verdaderamente hilarantes, aunque tampoco muchos, sino debido a que, con solo algunas escenas que ahondan en el misterio fundamental, la miniserie parecía descompensada. Con poco grano del Universo de Marvel entre mucha paja autoindulgente.
Por fortuna, en el capítulo “We Interrupt this Program” (1x04) y como su propio nombre indica, esta racha se interrumpe. Y su secuencia inicial es la mejor y más interesante hasta ahora. No únicamente por lo potente que resulta, sino también porque nos muestra el modo en que pasa algo que no habíamos visto en la película Avengers: Endgame (Joe y Anthony Russo, 2019). Un hecho que necesitábamos en pantalla sin lugar a dudas. Y, también, nos explican lo que le sucede a dos personajes secundarios de Capitana Marvel (Anna Boden y Ryan Fleck, 2019) después de Avengers: Infinity War (Hermanos Russo, 2018).
Recogiendo los frutos de la curiosidad
La implicación en el enigma de WandaVision de la organización no muy secreta de la que llevábamos hablando varias semanas se hace patente, del todo explícita. Y nos corroboran algunas identidades posibles sobre las que habíamos especulado igualmente. Y, con ello, la narración de “We Interrupt this Program” se introduce en a lo que los espectadores estamos más acostumbrados. Se transforma en una serie al uso, en definitiva. Pero, con la gran extrañeza en la que nos habían dejado los episodios anteriores, es decir, a causa de la incertidumbre y la intriga que lograron ocasionarnos, lo que nos enseñan ahora nos parece de mucho interés.
Pero no un interés artificial, quede claro, sino perfectamente razonable y legítimo. Porque por fin han puesto toda la carne en el asador de WandaVision. En lo que respecta a las pesquisas sobre lo que ocurre en Westview, al menos. Lo que lo ha causado sigue convenientemente oculto, pues Jac Schaeffer, el director Matt Shakman y compañía no pueden revelarnos todas sus cartas tan pronto. De otra manera, el nivel de diversión se acabaría antes de lo que hace falta. Quizá si obtuviésemos ya la esperada y habitual gratificación en forma de espectáculo de aventuras nos satisfaría, pero la curiosidad no se azuza así.
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El regreso momentáneo del espectáculo de Marvel
Y, no obstante, en “We Interrupt this Program” tampoco nos privan de alguna otra escena realmente vistosa en ese sentido. O sea, de a las que esperaríamos asistir en cualquiera de los filmes del Universo Cinematográfico de Marvel, con la fantasía y la acción correspondientes. De este modo, las demostraciones de poder de Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) en este capítulo se alejan de lo que relacionábamos con el modelo evidente de Embrujada (Sol Saks, 1964-1972), hasta el punto de que casi suponíamos que aparecería una suegra a lo Endora (Agnes Moorehead) para llamar “Dumbo” a Vision (Paul Bettany).
La magia simpatiquísima con la que la hechicera sokoviana se ha dedicado a mover y alterar objetos para diversas utilidades, que incluyen salvar cómicamente situaciones sociales peliagudas, se transforma o vuelve a ser la destreza agresiva que le conocíamos desde Vengadores: La era de Ultrón (Joss Whedon, 2015). Y esos segundos del metraje son dignos de cualquier despiporre de acción marvelita, dentro de un montaje paralelo muy decente. Máxime cuando, a continuación, hay una visión aterradora sobre una de las escenas más tristes el UCM. ¿Continuará así WandaVision o regresará a la comedia? Lo veremos.
