El uso excesivo e indebido de antibióticos está llevando a que, poco a poco, muchas bacterias vayan volviéndose resistentes, haciendo que sea muy difícil acabar con ellas. Esto es algo que la población ya conoce, aunque el problema siga aumentando a pasos preocupantemente grandes. Pero lo que no es tan conocido es que no solo las bacterias y otros microorganismos pueden resistir a las armas que usamos contra ellas. También ocurre con algunos insectos, como los mosquitos, que cada vez resisten mejor al efecto de los insecticidas utilizados a base de piretroides, usados tradicionalmente. Esto, al igual que ocurre con las bacterias, puede ser un gran problema de salud pública, especialmente en los países en los que abundan las enfermedades transmitidas por ellos.
Repelentes de nueva generación para combatir enfermedades transmitidas por mosquitos
Ahora, un nuevo estudio, publicado en Scientific Reports de la mano de científicos de la Universidad de Purdue, apunta a otro “super bicho”, que cada vez tolera mejor los productos utilizados habitualmente para combatirlo: las cucarachas.
Bichos que lo resisten todo
Suele decirse que las cucarachas serían los únicos seres vivos capaces de resistir un ataque nuclear. Esta es una afirmación un tanto osada. En primer lugar, porque otros seres vivos, como los tardígrados, han mostrado resistir bastante bien la radiactividad. En segundo lugar, porque sí que es cierto que las cucarachas pueden soportarla mejor que el ser humano, pero no lo suficiente para sobrevivir a los altos niveles producidos por una de estas explosiones.
Ahora bien, lo innegable es que se están adaptando bastante bien a los insecticidas, convirtiéndolas cada vez en un incordio más difícil de solucionar.
Esta es la conclusión a la que llegó un grupo de investigadores, dirigidos por el profesor Michael Scharf, después de estudiar el efecto de varias sustancias químicas sobre algunos grupos de cucarachas alemanas (Blattella germanica L.), recogidas de diferentes edificios de Indiana e Illinois.
Los tres mitos más grandes y falsos sobre las cucarachas
Comprobaron que, poco a poco, han ido desarrollando resistencias que, además, pueden transferirse a sus crías, algo especialmente grave si se tiene en cuenta que a lo largo de su vida uno de estos insectos puede traer al mundo entre 200 y 300 vástagos.
¿Y ahora qué?
Aparte de encontrarse entre los animales que causan [más temor y repugnancia (https://hipertextual.com/2019/06/animales-mas-temidos-ser-humano al ser humano), las cucarachas pueden conllevar también peligros para la salud, tanto al servir de vector a algunas bacterias como al generar alergias al contacto con ellas o con sus fluidos. Por eso, al igual que ocurre con los mosquitos, es importante buscar métodos capaces de acabar con ellas, teniendo en cuenta los resultados de este reciente estudio.
Según afirman los autores de dicho trabajo en un comunicado de prensa de su universidad, las mayores tasas de resistencia se dan en zonas urbanas de bajos recursos, en cuyas viviendas no disponen de medios para llevar a cabo un procedimiento de exterminio de plagas correcto. Estaríamos ante algo similar al hecho de no terminar la caja de antibióticos o utilizarlos para combatir enfermedades causadas por virus.
Estos son los animales más temidos por el ser humano
Sin embargo, con el tiempo puede convertirse en un problema generalizado, favoreciendo que algunas especies se vuelvan definitivamente resistentes a los insecticidas. De momento, los expertos en plagas tienden a usar mezclas de varios de ellos, de modo que siempre haya alguno al que sean más sensibles y, por lo tanto, les pueda causar más daño. Esto fue también lo que hicieron los autores del estudio, pero se encontraron con que algunas de ellas no podían mantenerse a raya ni siquiera de esta forma. Con ellas, los mejores resultados se obtuvieron tras el uso rotativo de tres insecticidas diferentes, con los que se consiguió mantener las poblaciones estables, sin que siguieran aumentando. No obstante, no lograron reducirlas. Para evitar dicho problema, la propuesta de estos científicos es aumentar el uso de mecanismos físicos, como la aspiración o las trampas. Finalmente, la opción de correr tras ellas zapato en mano puede valer para casos aislados, pero en caso de plaga habría que tomar medidas algo más drásticas.