Nadie puede negar que el éxito de Fortnite ha obligado a que las productoras de videojuegos realicen ajustes en sus planes de desarrollo. Si bien no es el primer battle royale, el juego de Epic Games popularizó este género y ha generado tanto dinero que empresas como EA y Activision ya comenzaron a resentirlo en términos de ingresos.

¿Es culpa de Fortnite? De acuerdo con analistas, no. La baja de ingresos en compañías como Take Two o Activision Blizzard no es culpa del popular juego, sino una combinación de factores. En entrevista con CNBC, Tom Wijman, analista senior de Newzoo, dijo que es sencillo apuntar con el dedo, sin embargo, no existe comparación al modo en como este título explotó en términos de popularidad.

A Fortnite le han ayudado muchas cosas. A pesar de contar con un lanzamiento polémico por ser "inspirado" en otro battle royale, el juego de Epic fue aceptado rápidamente por la comunidad gracias a que es gratuito, tiene un estilo visual poco realista y jugabilidad accesible. A eso agregamos la lista de personalidades que se han vuelto adictas a él, desde el rapero Drake hasta jugadores de la NFL.

Que tu juego esté en boca de todos es algo que solo Apex Legends ha sabido replicar en las últimas semanas. El título de EA y Respawn ha conseguido superar a Fortnite y su popularidad va en aumento. Ante esto, Piers Harding-Rolls, director de investigación y análisis en IHS Markit, dice que el éxito se debe a que el mercado de los battle royale se ha movido tan rápidamente que el rendimiento de un juego nuevo — como Apex Legends — depende mucho del juego anterior.

¿En qué han fallado Activision-Blizzard y Take Two?

Blackout: el battle royale de Call of Duty

Activision lanzó su propia versión de battle royale dentro del más reciente capítulo de su popular saga, Call of Duty: Black Ops 4. A pesar de ser una gran alternativa, el juego no vendió lo que se esperaba. La empresa así lo expresó en su llamada con accionistas, en donde a pesar de reportar ingresos récord en toda su historia, tomó la decisión de despedir a más de 700 personas.

Tom Wijman indica que el problema no radica en Fortnite, sino en las expectativas infladas de estas compañías y sus accionistas. Daniel Ahmad, analista de Niko Partners, dijo que a eso hay que sumar que los grandes títulos no tuvieron las ventas esperadas y la llegada de categorías como el battle royale cambiaría la escena de desarrollo.

Take Two Interactive es otra empresa que no reportó los ingresos esperados, con todo y que Red Dead Redemption 2 fue uno de los juegos más vendidos del 2018. El problema es que RDR2 y Call of Duty: Black Ops 4 son juegos complejos que costaron millones de dólares y no apuntan al mismo público que está descargando los battle royale gratuitos.

Si bien Fortnite no es el culpable de lo que ocurre en el mercado, si ha obligado a las productoras a replantearse los juegos que lanzará a futuro. Nadie sabe cuánto durará la fiebre del battle royale, lo que si sabemos es que los juegos como servicio son el futuro y las empresas tienen que salirse del modelo tradicional de lanzamientos anuales para satisfacer a sus accionistas.