Era 2014 y Malala Yousafzai se convertía en la ganadora del premio Nobel de la Paz más joven de la historia. Con 17 años, esta chica paquistaní se convertía en uno de los ejemplos de lucha por la igualdad de género en el mundo. ¿Su misión personal? Que las mujeres del mundo tengan acceso a la educación en igualdad de condiciones que sus pares masculinos. Una misión vital que se convirtió en noticia después de haber sido disparada por milicianos del TTP en un intento de acallar su lucha diaria por la igualdad.
Malala Yousafzai, Nobel de la Paz a los 17 años: la niña que se enfrentó al Talibán
Cuatro años después, y con una película que retrata la figura de la joven activista, Malala sigue el camino para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el mundo a través de Malala Fund. Su misión principal sigue siendo la misma: empoderar a las niñas del mundo y ayudares a tener un acceso a la educación de calidad que merecen por encima de las discriminaciones de género, guerras o la pobreza. Con actividad en todo el mundo, el fondo coopera activamente en Pakistán, Afganistán, India y Nigeria. También en aquellos lugares donde residen refugiados sirios como Líbano y Jordania.
Ahora, Apple se ha convertido en el nuevo partner del fondo benéfico de Malala a través del Fondo Gulmakai. De nuevo, la India se posiciona como principal receptora de la financiación, además de abrir su cobertura a ciertas regiones de Latinoamérica. 100.000 niñas en el mundo tendrán acceso a educación secundaria en la que Apple también ha ayudado con aporte tecnológico y ayudas a la investigación en nuevas políticas educativas para estas regiones.
En un comunicado, el CEO del Apple Tim Cook, ha añadido que se une al consejo de la fundación creada por la joven activista :"Creemos que la educación es una gran fuerza igualadora, y compartimos el compromiso de Malala Fund de brindarle a cada niña la oportunidad de ir a la escuela".
Apuesta por la diversidad in-house
El reto de la igualdad de género a la hora de acceder a ciertos puestos de trabajo sigue siendo una cuenta pendientes para las grandes empresas. Sean tecnológicas o no. De hecho, 2017 ha sido el año en que el este tema se ha puesto de relieve con más ahínco. El texto que desvelaba la serie de acosos sexuales de Susan Fowler sufrió en Uber durante su periodo de ingeniera en la compañía y la llegada de Trump a su puesto como Presidente del Gobierno de los Estados Unidos -lo que ha implicado su rechazo a un gran número de inmigrantes- han sido dos de los detonantes esenciales.
6 datos que reflejan la desigualdad de género en la industria tecnológica
El nombramiento de Denise Young Smith como jefa de diversidad de Apple, independientemente de las polémicas posteriores, suponía una clara intención de intentar cambiar el curso de los hechos. El resultado, más lento de lo que cabía esperar, demuestra que a finales de 2017 la cifra de mujeres en la compañía tecnológica había aumentado un 2% respecto al año pasado; aumentando, también, en un 1% la cuota de mujeres directivas y creciendo en diversidad racial.
La idea de que Apple coopere con la fundación de Malala es un gran paso para una compañía que, sin embargo, aún tiene mucho que hacer de puertas hacia dentro.