A nadie se le antojará ningún disparate que **de pocas películas, por tontorronas que puedan resultar, se diga que son tan disfrutables como la comedia paródica Young Frankenstein** (Mel Brooks, 1974), hasta el punto de que todo cinéfilo curtido es capaz de reconocer a los actores que conforman su reparto. De ellos, primero se nos […]