Marina Castejón, una joven madrileña de veinticuatro años, subió con su perro Merlín los cuatro pisos de escaleras que la separaban de su casa en Arganzuela la noche del pasado 24 de abril. Una vez dentro, se sentó ante su ordenador portátil y, emocionalmente exhausta, se dispuso a grabar un vídeo para contar lo que […]