Desde que aquellas figuras alargadas disfrutaban bebiendo de sus cafeteras, decidí probar aquella pócima que instantáneamente me convertiría en un adulto de verdad. «Un espresso doble por favore» decía con mi vago accento italiano, y mientras mi madre se burlaba pasaba un pequeño vaso de plástico con un líquido negro como el petróleo. Comenzando en […]