En la próxima década las comunidades urbanas se enfrentarán a un crecimiento explosivo. En 2030, las áreas urbanas habrán crecido en un 185% según recientes investigaciones de la ONU. La capacidad de adaptación de las infraestructuras en las ciudades inteligentes se convierte en algo fundamental para la sostenibilidad de la sociedad.
Las ciudades son moldeadas por elementos como su población, tecnologías e infraestructuras. El problema actual es que el ciclo evolutivo de cada pieza es diferente, lo que produce desajustes. La lenta renovación de infraestructuras (edificios, carreteras, espacios públicos, etc) es el principal problema. Para que el ritmo de evolución sea constante y sostenible, necesitamos acudir a las tecnologías digitales.
Actualmente existen herramientas como las City Performance Tools de Siemens que permiten estudiar el estado de las ciudades para crear simulaciones de última generación con las que evaluar los edificios, el transporte y la energía en una ciudad a través de más de 400 puntos establecidos, y con ello generar una estrategia de inversión eficiente y que cumpla con las necesidades de la sociedad, siempre con vistas a un crecimiento constante. La principal ventaja de herramientas de este tipo, es que permitirá a las administraciones locales trabajar en la reducción de las emisiones de carbono, mejorar la eficiencia en la infraestructura y edificios, estimulando un cambio en el mercado hacia vehículos más limpios y transporte público más eficiente y respetuoso del medio ambiente. En los próximos años dimensiones de la sostenibilidad como la eficiencia de costes y creación de empleo serán incluidas en este tipo de simulaciones.