Con la instauración del smartphone como reemplazo del teléfono móvil tradicional, los usuarios accedieron a un gran sacrificio: la autonomía. Un teléfono como el Nokia 5200 podía aguantar varios días de uso con una única carga, una afirmación incompatible con la mayoría de smartphones de 2016 y 2017.

Pese a ello, los fabricantes han dado varios pasos firmes hacia delante durante los últimos años. Baterías de mayor capacidad, chips más eficientes energéticamente, software más preciso y sistemas de carga rápida. Por desgracia, esos beneficios han estado reservados en su mayoría a las gamas más altas de cada fabricante, obligando a invertir una mayor cantidad para disfrutar de estos beneficios.

El Samsung Galaxy A5 (2017) ofrece una autonomía excelente. Al nivel de los mejores teléfonos del mercado.

El Samsung Galaxy A5 (2017) de Samsung es uno de los primeros teléfonos en romper con esa tendencia. Brinda una autonomía excelente, eficiencia energética y un sistema de carga rápida al segmento de los 429 euros, algo que hasta los usuarios menos expertos agradecen en su jornada.

La primera pata de su excelente autonomía son los 3.000 mAh que Samsung ha integrado en el interior del chasis del Samsung Galaxy A5 (2017). Una batería similar a la que el fabricante montó en el Samsung Galaxy S7, su teléfono estrella de 2016.

Galaxy A5 (2017)

La segunda pata —y, probablemente, la más importante— es la eficiencia energética de sus componentes:

  • SoC Exynos. El chip que gobierna el Samsung Galaxy A5 (2017) ofrece potencia suficiente para procesar la gran mayoría de las tareas del dispositivo. No obstante, también es uno de los más eficientes del portfolio de la compañía. Esto permite al dispositivo ofrecer la potencia demandada reduciendo el impacto en la autonomía.
  • Pantalla AMOLED y Full HD. La inclusión de un panel Super AMOLED tiene múltiples ventajas. Además de una calidad de imagen superior a un panel LCD estándar, esta tecnología presume de un consumo energético menor cuando se representan tonos oscuros en la pantalla (entre otras cosas, apaga los píxeles por completo). Asimismo, apostar por resolución Full HD reduce los niveles de carga sobre la CPU y GPU y, por consiguiente, el consumo energético de los mismos.

La última pata es el software. Además de diferentes optimizaciones a nivel interno, el software desarrollado por Samsung identifica aquellas aplicaciones que consumen más energía de lo necesario, notifica al usuario y permite tomar acciones al respecto. Una función que se suma a los modos de ahorro del dispositivo, que permiten prolongar la autonomía en determinadas situaciones. Todo ello, en conjunto, sostiene la excelente autonomía del Samsung Galaxy A5 (2017), superior a la mayoría de teléfonos de su categoría y muy próxima a los mejores del mercado en ese sentido.

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