Hemos escuchado muchas cosas sobre la frontera entre Estados Unidos y México. La mayoría de ellas, espeluznantes. Violaciones a los derechos humanos, robos, narcotráfico y, por supuesto, deportaciones.
Las ciudades fronterizas en México suelen ser foco rojos y lugares donde el narcotráfico está a la orden del día. En muchos casos, la delincuencia afecta de manera directa a los migrantes, quienes contratan a guías para que les ayuden a cruzar la frontera por las rutas más discretas. Sin embargo, muchas de estas personas están relacionadas con el narcotráfico y los inmigrantes acaban siendo víctimas de la violencia.
Los periodistas de la agencia The Associated Press (AP) Rodrigo Abd y Christopher Sherman decidieron documentar la situación en la frontera y realizaron retratos a los migrantes, además de recorrer ellos mismos en un Jeep la ruta que lleva desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico.
Desde que Donald Trump se convirtió en presidente de los Estados Unidos, la frontera ha dado mucho más que hablar. El estadounidense afirma que los delincuentes que llegan al país lo hacen desde México y pretende construir un muro fronterizo para garantizar la seguridad del país que gobierna.
Cruzar la frontera no es fácil. Entre 2010 y 2015, 1.718 personas perdieron en la vida en su intento por cruzar a Estados Unidos y muchos otros están desaparecidos. Por otro lado, muchas personas cruzan la frontera cada día, algunos hasta para comer en su restaurante favorito al otro lado. Existen muchos tipos de migrantes, y los periodistas quisieron documentar las experiencias de las personas que se enfrentan cada día con la frontera. Para ello, colocaron una cámara cerca del paso de Chaparral, en Tijuana.
Los que iban en dirección a Estados Unidos andaban con prisas y muchos no se pararon delante de la cámara, pero los recién deportados, mientras pensaban cual sería su siguiente paso, decidieron posar y explicar sus vivencias en una era de incertidumbre tras la victoria de Trump.
En las fotografías en blanco y negro con fondo negro explican sus experiencias personales como la de Víctor Daniel Bonilla, deportado hace 15 años aunque sigue intentando regresar a Estados Unidos, o el michoacano Miguel Trejo, quien vive en Tijuana pero cruza el puente para hacer ejercicio.
Los periodistas de la agencia The Associated Press (AP) se autoretrataron y escribieron también sobre sus experiencias en una de las fronteras más peligrosas del mundo.
