Sin transmisiones, comerciales y con apenas 275 invitados. Así fue la primera edición de los premios cinematográficos más codiciados del momento, y claro la cosa no era muy lujosa pero al menos existía esa idea de reconocer los méritos del artista.
Los Angeles Times revelaba a cada uno de los ganadores tres meses antes de la ceremonia, dejando el suspenso de lado para establecer esos premios cuya parte más emocionante son las apuestas que los rodean.
Estrellas del cine mudo y nuevas promesas ignoraban el evento histórico del cual formaban parte, también la audiencia que pagaba un boleto de cinco dólares para un evento de gala en 1929. Muchas de las estatuillas entregadas se hallan perdidas en nuestro colectivo, dejando grandes obras maestras en la oscuridad del tiempo. Hasta que alguien decidió hacer algo al respecto.
¿Cómo comprimir 89 años de historia cinéfila? Algunos prefieren acudir a los registros de Wikipedia e investigar por sí mismos, pero siendo el cine un medio audiovisual la mejor forma yace en su propio formato. Un montaje que muestra a los grandes ganadores desde esa primera noche hace casi un siglo.
El conmovedor vídeo
Manipular el tiempo y el ritmo logra captar una reacción inmediata en nosotros, y manipular ciertas porciones de películas no es la excepción.
Desde Wings (1927) en la categoría de mejor película y mejores efectos especiales hasta Sunrise: A Song of Two Humans (1927) como mejor cinematografía, se evalúan las tres categorías que presentan más cambios por época para mostrar diferentes panoramas, diferentes estándares, a través de la historia del mítico hombre de oro en forma de tu tío Óscar.
Una lección sobre las diferentes visiones de nuestros tiempos, y esos clásicos perdidos que tendemos a olvidar. Quizás encontremos en un fotograma o en una actuación, esa película que cambiará nuestra vida de principio a fin.
