Al encontrarnos rodeados de bloques de edificios, indistinguibles unos de otros, se nos olvida que la arquitectura es un arte con aspiraciones al placer estético, además de la utilidad de sus creaciones. Hay lugares en que es más fácil apreciar esto, ciudades excepcionales como Barcelona, Nueva York, Reikiavik, Londres, etc.
En esta ocasión nos concentraremos en la metrópolis sorprendente que es Dubái. Conocida como la ciudad capital de la riqueza y el lujo. Es común que se vendan celulares con incrustaciones de oro y diamante, muchos ciudadanos tienen a leones y leopardos como mascotas, y las calles están llenas de los automóviles más lujosos del mundo.
Dubái es una ciudad de excéntricos y caprichos, lo que la hace extremadamente fascinante. Además de ser el paraíso de los millonarios, el emirato también cuenta con una arquitectura envidiable. Múltiples rascacielos modernos decoran el caluroso paisaje. Todos fueron construidos con maestría y constituyen gran parte de la identidad de la ciudad. El hecho de que sean tan altos los hace perfectos para una serie de actividades divertidas.
Los maníacos del video aprovechan un interesante beneficio que ofrece Dubái. Allí no es necesario conseguir una avioneta para llegar lo suficientemente alto para saltar en paracaídas, los rascacielos de la ciudad poseen una longitud perfecta para actividades de este tipo.
También son geniales a la hora de tomar fotografías hermosas. La vista que proveen es maravillosa. En un día nublado constituyen un paisaje surreal, más propio del universo de ciencia ficción en donde se lleva a cabo la trama de Star Wars, que de nuestra realidad.
A continuación les dejamos unas cuantas fotografías para que se maravillen con la extraordinaria belleza del paisaje que ofrece Dubái para los que tienen el honor de contemplarla desde las alturas.
