Estoy acostumbrado a vivir en una ciudad, lo he hecho por toda mi vida y aunque nos podamos sentar a conversar sobre la belleza del entorno urbano, hay algo que se debe aclarar: muchas de las ciudades dejan completamente de lado la belleza que la naturaleza posee. Y tampoco es que esté pidiendo la construcción de un lago y un bosque en vez de un centro comercial — tampoco es que sea posible —, pero la mayoría tiene una estética demasiado apagada para su propio bien.
Uno de los artes en boga del siglo XXI es aquel cuya completa filosofía yace en cambiar este concepto, y mediante cualquier tipo de técnica, el arte urbano o arte callejero nos demuestra que si bien de forma creativa pero ilegal es muy posible cambiar esto.
Puede que muchos lo confundamos con la simple práctica del graffiti, mas en los últimos años hemos visto pruebas de todo tipo que nos dejan con algo mucho mayor que pequeños dibujos en una pared.
Este arte encontró su espacio perfecto en una época como esta, donde todas las obras que antes eran temporales pasan a ser difundidas y capturadas por las redes sociales. Lo que además de mantener vivos los ideales del artista, suman a simpatizantes que pueden verse inspirados a comunicarse en las calles.
Como mencioné anteriormente, la estética de los sitios urbanos debe cambiar, y el artista alemán que se hace llamar por el nombre clave de 1010 tiene exactamente los mismos pensamientos. Transformando diversos edificios aburridos en grandiosas ilusiones ópticas que parecen portales a otras dimensiones.
Al realizar murales en 3D el artista no sólo cumple una labor de embellecimiento, sino que tiene el poder de transportarnos a mundos diferentes con una óptica totalmente maravillosa. A continuación mostramos diez fotografías de su asombroso trabajo.
