Un hombre rodeado de controversias, premios y mujeres. Esa fue la vida del gran actor Brando. Pero un tal Marlon, cuyo padre alcohólico mortificaba a su madre y que veía como única salvación un paraíso tropical desmoronado, esa es otra historia.
Considerado como uno de los padres en un nuevo modelo de actuación que tomaba a Holywood por sorpresa, muchos conocemos a Marlon Brando por una incesante cantidad de buenas actuaciones y malas relaciones laborales.
Desde un joven actor elevado a la categoría de sex symbol hasta un padre con el corazón roto por el encarcelamiento de su hijo y la muerte de su hija. Eventos enigmáticos que se explican finalmente de la mejor manera posible: en confesiones del propio Brando. Como un cura en un confesionario, escuchamos la historia inédita por primera vez y recordamos la vida de uno de los hombres más famosos del mundo para enterarnos de sus inseguridades, pensamientos y enormes miedos.
Hace dos años el director Stevan Riley estrenaba el increíble documental Listen To Me Marlon (2015) donde después de recolectar más de 200 horas de grabaciones y vídeos caseros, un archivo nunca antes visto salía a la luz para presentarnos el diario personal más apasionante que se haya proyectado.
Una de las grandes joyas que pasó desapercibida por la audiencias a pesar de su sorprendente recepción crítica sigue abierta años más tarde para seguir inspirando y revelando secretos del séptimo arte y la actuación. Comprendemos después de hora y media el enorme trabajo de revivir a un icono para traerlo de vuelta a la gran pantalla y se vuelve espeluznante sabiendo que prácticamente escuchas las visiones de un fantasma.
La vida es una sombra que camina, un pobre actor que en escena se arrebata y contonea, y nunca más se le oye. Es un cuento que cuenta un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa... nada