Hermano mayor. Todas las puertas de la casa. Las cortinas que tengo enfrente. Armario. Todas las paredes. Biblioteca. La caja del piano. Estoy agradecido de escribir estas palabras. Mi trabajo en Hipertextual. El Internet. La gama de colores de la pantalla. El número de caracteres de mi teclado. El "periodismo".

Por escasas que parezcan, años en poder ceder. El árbol de la entrada. La enorme puerta de vidrio. Vigilante actual. Años en poder aparecer. Rejas del estacionamiento. Semáforo. Postes de luz.

Edificio principal. Estatua de la plaza. La campana de la Iglesia. Sin ser muy escuchado, no podría estar más agradecido. Cristales laterales. Estatua de la Virgen. Cristo crucificado. Y aquí me encuentro, un amateur que pretende, sin más pretensiones que las que entienden. Confesionario. Altar divino.

Conceptos esenciales. Palabras. Técnica. Propósito. Una artista celebra, tanto en galerías de Venecia y Hong Kong. Pasado. Futuro. Presente incomprendido. Para mí, soy muy pequeño, un título adecuado. Ideas futuras. Próximas creaciones.

Estrellas. Planetas. Galaxias. Su nombre es Valentina Loffredo, y quiere ilustrarnos. Dios. Cielo. Infierno. Sobre nuestro tamaño en el mundo, y la pequeñez que desplegamos. Amor. Pasión. Sentimientos. Una comparación visualizamos como ahora procesamos. Universo. Vida. Muerta. Y a continuación muchas de ellas para así poder juntarnos.

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