Lo comentábamos el otro día y esta edición está siendo un claro ejemplo de que talent shows como America's Got Talent son una mina de historias inspiradoras y de superación. Si el otro día hablábamos de las espectaculares habilidades de la niña que combinaba canto con ventriloquia, hoy nos llega un caso mucho más impresionante y emocional, si cabe. Es la historia de Mandy Harvey.
Esta cantante de 29 años se quedó sorda a los 18 años y, por aquel entonces, decidió aparcar su pasión por el canto tras haber empezado a cantar con apenas 4 años. Tiempo después, tras un intenso periodo de cambio y evolución, decidió retomar la música y, gracias a la memoria muscular y sintonizadores visuales, empezar a sentirse segura cantando. Por si fuera poco, Harvey cantó un tema original escrito por ella que alude a esas ganas de superar obstáculos y reponerse ante cambios tan abruptos como su repentina sordera.
Su actuación supera ya los 115 millones de reproducciones en Facebook y emocionó al jurado y al público del programa, ganándose el pase directo a las audiciones en directo ya que Simon Cowell pulsó directamente, y sin asomo de duda, el botón dorado. Una historia emotiva plagada de un impresionante talento.