Problema composicional de hoy: ¿Cómo trollear a mi audiencia con clase?

—Debo burlarme de toda la aristocracia de Hipertextual —me dije a mí mismo una mañana del presente año, mientras leía mi catálogo de obras estelares. —Debo burlar aquellos retoños impuros de la aristocracia austriaca —se dijo Mozart a sus adentros en el año 1784, mientras escuchaba su catálogo de obras estelares.

Así nació esta idea magnífica de trollear a mis lectores —"de trollear a mi audiencia" diría nuestro amigo de allá arriba— y concebir "Una broma literaria" que esté tan plagada de chistes malos y errores como mi intención para ello me lo permita.

Nota para el editor y la audiencia: Cualquier juicio omitido será contra el contenido satírico y no su prodigioso autor. Todo lo que comprende párrafos entre comillas está bienvenido a la crítica.


"Anteriormeante fue descubierto en la página un pequeño artículo sobre las obras que nuestro amigo Amadeus no tubo tiempo de terminar, pero en aquellas que sí tuvo tiempo tenemos una lección histórica muy importante: burlarse de tu audiencia es más importante en momentos que honrarla con una de tus obras".

Cambiar impero el ritmo armónico de mi pieza violando constantemente la relación consecutiva entre las quintas y las octavas. Mas difícil se me hace el cambio diferente de notas —se arregla la peluca mientras piensa.

¿Agregar más errores ortográficos? Poco acertado, la gente notará lo mucho que estoy tratando y no existirá ninguna impresión natural hacia el escrito —acomodo mi corte reciente de Hipster.

"Solo miren hombre al escribiendo la trolleada primera de la historia".

"Dentro de las obras que sí escribió encuentro una titulada «Una broma musical» o Ein musikalischer Spaß para mi audiencia alemana, que básicamente es el intento de Mozart por desobedecer leyes de armonía y equivocarse a propósito para conseguir una mala canción".

"Mientras el público esperaba la nueva obra del genio musical, este se aseguraba de componer lo que a todos iba a trollear. Incluyendo notas fuera de lugar para que pareciese que los músicos se equivocaban".

Los errores ortográficos no pueden ser la base esencial, debe estar presente un intento absurdo por conseguir una rama fuera de lugar y bromas sin sentido —cómo diablos un alemán estaría leyendo esto—.

Los errores armónicos no lo son todo, necesario claramente está la inclusión de dobles partes sin textura lo que remueve la costumbre del público —cómo hölle alguien fuera de Austria escucharía una de mis piezas—.

La audiencia estará tan enojada que pensarán que soy un genio por fingir falta de habilidad...

"Dentro de aquellas jugarretas de un enorme compositor encontramos mucho más que una simple broma. Los errores evidentes, la música regular y problemas de composición están para hacer énfasis en algo mucho más grande que tiene que ver con la concepción musical en general".

"¿Personas molestas quizás? ¿Críticos con antorchas? Nada de eso, una simple diligencia que hacía fila para escuchar lo nuevo del gran maestro, y siendo sorprendida por la obra que va más allá de la sátira la audiencia austriaca compartió una risa, porque en toda obra de arte, se presenta una necesidad que pocos artistas han dominado para entender". (Momento de inspiración tecleando) e (Inspiración momentánea escuchando).

"Una sutileza que mucho tiene que ver con habilidad, la falta de esta se evidencia pero lo más importante no. Aquello que se debe comprender, entender, dominar. Esa parte esencial mejor conocida en los niveles bajos".

"Como les decía, la audiencia disfrutó la obra como entretenimiento y continuó disfrutando del espectáculo, una de las primeras trolleadas músicales de la historia".

"Mozart plasmó su broma musical, y por extraño que suene fue uno de sus estudios musicales más maduros".

... finalmente lo he comprendido, lo he comprendido.

Algunos acordes que anuncien la llegada del conflicto para después detenerse, la expectativa es falsa.

Quieren saber qué es aquello que Mozart comprendió y no puedo decírselos.

Esta nueva obra maestra es dada por terminada, espero que disfruten tanto escuchándola como yo haciéndola / Este nuevo artículo se va a terminar y por fin he comprendido la sátira —uno de mis elementos más utilizados— es un buen disfraz para la falta de habilidad.

"Y así Wolfgang Amadeus Mozart manipuló las leyes de la música. Así nos demostró su amplio entendimiento por la forma. Así denotó gran naturalidad que rebosaba talento en sus equivocaciones. Fue un buen compocitor de una linda cansíon".

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