Trazos con siglos de antigüedad descansan re-impresos en diferentes formatos. Un curioso lector se asombra con ciertas palabras de dos poetas rusos. Se despierta de una pequeña siesta y observa con lástima los resultados de la última prestigiosa premiación de películas.

Un hombre rozando los treinta recurre a su apreciado cuaderno, mueve con dulzura la hermosa cubierta de cuero y escribe con plumilla sus pequeñas opiniones sobre reuniones familiares y el arte en general.

Lee, lee estas palabras. Contempla ahora o en algunos años —siglos si tengo suerte— las palabras de ambos.

Admira la gruesa barba de uno de ellos.

Muchos quedamos asombrados y lastimados con la última edición de los Premios Oscars. Dejando de lado aquel supuesto error, sentí un pequeño dolor —que hasta el momento parece que vendrá anualmente— por las razones que señalaban a Moonlight desde el escenario para que recibiera su inesperado galardón.

Se escuchó mucho la palabra "político" entre los murmullos del público de Internet y sentimos tal preocupación que incluso elaboramos una guía práctica en Hipertextual para ayudarnos a considerar mejor nuestros juicios.

Pero más allá de mis opiniones, encontré ciertas palabras sabias que descansaban como trazos en siglos de re-impresiones. Contándonos sobre la naturaleza del arte en general y su relación con la política:

Lo político excluye lo artístico, porque lo primero tiene que ser partidista para poder conseguir algo".

Escribía León Tolstoi en su diario el 21 de marzo de 1858, moviendo la hermosura de su cubierta de cuero para desplegar con plumilla estas consideraciones.

La cualidad del arte a la que se refería Tolstoi nos hablaba de una idea general que no favorecía a un grupo específico, que era imparcial. Dejando de lado cualquier manifestación cuando se busca llegar de una forma u otra a la verdad.

—Se merece el premio, fue de gran ayuda política en contra de la iglesia (falso)

Una veracidad que sólo se puede alcanzar cuando la audiencia ve de diferentes ángulos cualquier obra artística. Para el autor ruso de obras como Guerra y Paz o Ana Karenina piensa que el arte funciona para realizar la obra divina —en sus últimos días nombraba mucho a Dios— de unir a la raza humana en diferentes conceptos y verdades.

El arte no es una alegría, ni un placer, ni una diversión; el arte es una gran cosa. Se trata de un órgano vital de la humanidad que transporta al dominio del sentimiento las concepciones de la razón".

Nos encontramos después con otro gran poeta ruso, Andréi Tarkovski, que mencionaba en uno de sus ensayos sobre cine que en referencia a las palabras del diario de Tolstoi:

—Sostengo toda la herencia cultural rusa en mis manos y no tengo miedo de usarla
Esto, naturalmente, es así. La imagen artística no puede ser partidista: para poder ser realmente verídica, tiene que conjugar en sí el carácter contradictorio de los fenómenos".

Las palabras de dos poetas rusos llegan mientras me despierto de una pequeña siesta, y lees estas palabras. Contemplas ahora o en algunos años las palabras de nosotros. Quizás estés dispuesto a desligar la política del medio artístico y buscar la unión de la raza humana, sería buena idea después de todo.

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