Desgraciadamente, es muy normal ir a la playa y encontrar botellas de plástico, restos de redes de pesca, tetrabriks en idiomas que demuestran que han viajado bastantes kilómetros… Así es la contaminación de los mares. Sin embargo, los vecinos de la localidad galesa de Ogmore-By-Sea sí que se quedaron impactados el pasado 18 de diciembre cuando aparecieron más de 200 zapatos en sus playas. Por su aspecto, parecían muy antiguos, como si hubiesen viajado en el tiempo desde el siglo XIX.
Lejos de solucionarse el problema, estos zapatos misteriosos han seguido apareciendo durante todo el mes. La última vez que se contabilizaron ya había 437, según los cálculos de la organización sin ánimo de lucro Beach Academy, cuyos miembros se están encargando de su recogida. No es raro que aparezcan zapatos en las playas, pero tantos y tan antiguos sí que es algo curioso. Sin embargo, tiene una explicación de lo más mundana.
Y es que, no muy lejos de las playas en las que han aparecido los zapatos, naufragó hace casi 200 años un barco que viajaba desde Italia hasta Bristol cargado de zapatos. Muchos vecinos de Ogmore-By-Sea aseguran que recuerdan haber visto zapatos en la playa en años anteriores. Todo depende de hacia dónde vaya el viento y los conduzcan las corrientes, pero la explicación siempre apunta hacia el naufragio.
¿Por qué siguen llegando zapatos a esta playa galesa?
Cerca de la playa de las costas de Ogmore-By-Sea está el Tusker Rock, una roca apenas visible en la superficie, que ha sido culpable de multitud de naufragios. Se calcula que alrededor de una docena de embarcaciones encallaron en la roca. Como consecuencia, multitud de marineros murieron ahogados y muchas mercancías se perdieron en el océano.
Este es el caso del Frolic, un carguero que naufragó al impactar con la roca el 18 de marzo de 1831. Murieron 80 personas y miles de zapatos quedaron sepultados entre los restos de la embarcación.
Las corrientes marinas los han sacado de su escondrijo regularmente, aunque hasta ahora no se había dado un desplazamiento tan masivo de estas mercancías.

Lo que más llama la atención…
Algo que ha impactado a las personas que han podido ver estos zapatos en la playa es lo bien conservados que están para haber pasado tanto tiempo en el mar.
No sabemos cuáles pueden ser los motivos exactos, pero estudiando el naufragio del Titanic, acaecido ochenta años después, podemos hacernos una idea. Y es que, si bien no queda ni rastro de los huesos de las víctimas del barco sepultado en 1912, todas las personas que han podido visitar sus restos aseguran que el naufragio está lleno de zapatos. La causa parece ser que en esa época muchos zapatos estaban hechos de cuero, un material que se suele tratar con ácido tánico. Ayuda al curtido de la piel, pero también le da resistencia al agua. Ese puede ser el motivo por el que no se conservaron los cuerpos de las víctimas, pero sí su calzado.
En el caso del Frolic, puede que todos los zapatos que traía desde Italia estuviesen hechos también de cuero tratado con ácido tánico. Por eso, casi dos siglos después, siguen casi intactos, esperando a ser desplazados por las corrientes hasta ese pueblo cuyos vecinos están cada vez más sorprendidos.
