Existen dos tipos de conductores: los que necesitan silencio absoluto y los que no pueden vivir sin escuchar música en el coche. Como mucho le bajan el volumen para aparcar, pero necesitan su lista de reproducción a tope para no aburrirse o sentirse acompañados y animados mientras conducen. Ahora bien, ¿hay una opción mejor que la otra? La realidad es que cada caso es un mundo; pero, según ha explicado en The Conversation el investigador Milad Haghani, de la Universidad de Melbourne, sí que hay algunas tendencias a tener en cuenta.
En su artículo analiza la literatura científica en torno al tema de escuchar música en el coche. Se centra solo en los conductores, sin tener en cuenta al resto de ocupantes del vehículo.
Aunque analiza estudios muy variados en procedencia o incluso resultados, todos tienen en común que se llevaron a cabo en entornos de conducción simulados. Esto es muy útil, ya que permite mantener la mayoría de parámetros constantes y cambiar solo el que se quiere estudiar. En este caso, la música. Así, se vio que, efectivamente, escuchar música en el coche puede ser beneficioso o perjudicial, dependiendo de las características del conductor, la lista de reproducción seleccionada o incluso el recorrido. Tener todo esto en cuenta es muy útil, ya que puede marcar la diferencia.
¿Cómo nos influye escuchar música en el coche?
Al analizar en conjunto los estudios que se han realizado sobre este tema, los resultados que en un principio parecen heterogéneos pueden empezar a organizarse en patrones. Por ejemplo, se observa que, en general, escuchar música en el coche se suele asociar con un peor control de la velocidad, más colisiones y un empeoramiento de la distancia de seguridad. Sin embargo, al analizar distintos escenarios se observa que estos resultados no son tan drásticos. Incluso, en algunas ocasiones, escuchar música en el coche puede ser beneficioso.
Para empezar, se ha visto que los conductores cansados se mantienen más alerta en la carretera si escuchan música en el coche. Eso sí, es un efecto temporal que se mantiene, como mucho, durante 15-25 minutos. Después será mucho más beneficioso parar a descansar que escuchar música.

Por otro lado, si la música se escucha a un volumen bajo, puede ayudar a los conductores a conducir más despacio. Ideal para quienes pisan demasiado fuerte el acelerador sin darse cuenta. Por supuesto, el volumen muy alto produce el efecto contrario, así que intenta no venirte arriba.
La música que escuchas tiene mucho que ver
En este estudio se ha visto que , posiblemente, el motivo por el que la música afecta negativamente a la conducción es que ocupa mucho espacio mental que, de otro modo, iría dirigido a controlar la carretera. Sin embargo, hay estudios que demuestran que esto solo ocurre con música que no es familiar para los conductores. Si ellos han sido los que han elegido la lista de reproducción, optando por canciones a su gusto, esa carga mental se reduce y, generalmente, los efectos son positivos.
En cuanto al tipo de música, siempre que el conductor la conozca, no hay diferencias. Al contrario de lo que se suele pensar, la música de ritmo más rápido no hace que conduzcamos más deprisa. Da igual si es una balada o el tema más intenso de heavy metal. Lo importante es que lo conozcas.
Los efectos negativos de escuchar música en el coche se agudizan con la inexperiencia
En estos estudios también se observa que los conductores expertos no tienen tantos problemas al conducir con música, incluso si jamás han escuchado las melodías seleccionadas. Los más jóvenes e inexpertos, en cambio, sí que experimentan con más contundencia los efectos en la velocidad y la distancia de seguridad y, por lo tanto, están más expuestos a posibles colisiones.

En resumen…
Escuchar música en el coche puede ser bueno o malo, dependiendo de muchas características. Por ejemplo, si estás cansado y te queda un tramo de 10 minutos, puede ser útil que enciendas las radio hasta finalizar el trayecto. Si quieres mantenerte animado mientras conduces, prueba a escuchar algo de música conocida. Haz lo mismo si sueles correr sin darte cuenta, pero con el volumen bien bajito. En cambio, si no tienes mucha experiencia conduciendo, quizás lo mejor sea que apagues la radio, sea cual sea la canción elegida, y deposites absolutamente todo tu espacio mental en la carretera.
De cualquier modo, nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. Seguro que tú ya te has dado cuenta de cómo te afecta la música en el coche. Sigue tu instinto y, sobre todo, no te olvides de las normas de seguridad. Y, para terminar, recuerda que la foto del artículo es meramente decorativa. Puedes cantar, pero no te vengas arriba bailando.
