Como todos sabemos, el Samsung Galaxy Alpha ha sido una de las apuestas más importantes que han llevado a cabo los surcoreanos a lo largo de 2014. En su momento, el Galaxy Alpha supuso un viraje completo en el rumbo de la gama de smartphones de la compañía, y es que por primera vez, más allá de presentar un smartphone de gama alta, Samsung se preocupaba por el mundo de la moda e incorporaba a él materiales premium, que no son frecuentes en la compañía más allá de antiguos o exclusivos casos como el del Wave, Galaxy R o Galaxy J.
El Galaxy Alpha nos deja, y no lo echaremos de menos
Sin embargo, como en muchos otros casos en la compañía, el Galaxy Alpha ha sido más un intento de llegar a algo que una culminación o entrada, y es que según cuenta The Verge, su producción va a ser descontinuada, en favor de la nueva gama media y baja de Samsung, que se encaja dentro de la nomenclatura A: A3, A5, A7. Y eso es lo más destacable que en mi opinión nos habrá dejado el Samsung Galaxy Alpha. De manera adicional al asunto de la moda (que para su mercado es secundario), lo que los teléfonos Samsung necesitaban eran mejores materiales y acabados, así como diseños más diferenciados de su tradicional estilo genérico.
Volviendo al Galaxy Alpha, su trayectoria final no se ha alejado de lo que muchos pensábamos en su anuncio. Ha supuesto un enfoque novedoso, sí, pero nada más. Se lanzó como flagship con un planteamiento similar al del iPhone 6, pero por componentes y por experiencia, no puede estar más alejado. Lo que en mi opinión Samsung tendría que haber lanzado es un Galaxy S5 con un hardware muy mejorado a nivel de materiales, pero también en software, y en el fondo el Galaxy Alpha no ha sido ni lo uno ni lo otro, pues en aspectos como la batería, la cámara y sobre todo la pantalla, es un regreso a 2012.