Android 5.0 Lollipop es un gran paso hacia delante para la plataforma Android. Incorpora un nuevo diseño, una nueva máquina virtual y numerosas características nuevas. Eso sí, no todo es perfecto. Android 5.0 Lollipop tiene una gran cantidad de bugs y carencias que aún no han sido solventadas –ni siquiera con Android 5.0.1 (la primera actualización menor de Lollipop)–. Por ello, Google ya estaría ultimando los detalles de Android 5.1 Lollipop, la siguiente actualización de la plataforma móvil de Google.

Esta nueva actualización, según afirma AndroidPit, llegaría a lo largo del mes de febrero* a los terminales de la familia Nexus y solventaría la gran mayoría de bugs que encontramos en Android 5.0.1 Lollipop actualmente, como por ejemplo:

  • Reincorporación del modo silencio.
  • Mejoras en la estabilidad general del sistema.
  • Mejoras en la gestión de memoria RAM.
  • Mejoras en la gestión de la batería.
  • Solucionados los problemas con la gestión de redes Wi-Fi.
  • Solucionados diversos problemas con las notificaciones.
  • Solucionados los problemas con la función “Okay Google”.
  • Cambios en la paleta de colores de Material Design.
  • Solucionados diversos bugs* que provocaban cierres automáticos de aplicaciones.

Lo que Android 5.1 Lollipop debería ser

Android 5.1 Lollipop

Obviamente la llegada de Android 5.1 Lollipop será realmente agradecida y elogiada por los usuarios, pero no es ni mucho menos la situación ideal. Lo correcto habría sido que Google hubiese pulido al máximo posible Android 5.0 Lollipop antes incluso de lanzarlo oficialmente, evitando así todas las quejas de los usuarios de esta nueva versión y, por consiguiente, el lanzamiento de actualizaciones menores dedicadas solo y exclusivamente a solucionar problemas.

Las actualizaciones menores deben aportar nuevas funciones, no solo solucionar bugs de versiones previasEn ese supuesto caso, Google podría dedicar estas versiones “menores” a incorporar pequeñas nuevas características a la plataforma, como por ejemplo una mejor gestión de la densidad de pixeles de la interfaz de usuario; una interfaz que realmente saque provecho de los phablets; la posibilidad de editar los quick settings; mejorar la gestión de las copias de seguridad (permitiendo la restauración de los datos internos de cada aplicación, por ejemplo); una aplicación de cámara que permita ajustar parámetros como la exposición de forma manual (haciendo uso de las APIs de Google)… etc.

La realidad es que, aunque Google ha avanzado enormemente en los últimos años, la plataforma sigue teniendo un gran margen de mejora; y estas actualizaciones menores son la oportunidad perfecta para continuar mejorando el sistema operativo –en lugar de dedicarlas a solventar errores a los que no se prestaron atención en el pasado–.

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