Hace unos meses se anunció que Vodafone iba a comprar Ono por un precio entre 7.200 y 7.400 millones de euros. Esta compra era más que justificable debido a los beneficios que le podría aportar Ono a la multinacional británica. Sin embargo, esta compra estaba aún pendiente de ser aprobada por la Comisión Europea debido a la importancia que conlleva una compra así. Finalmente, hoy la Comisión Europea ha aprobado esta compra por una suma total de 7200 millones de euros. Tras esta confirmación, Vodafone espera que el conjunto de esta operación financiera se finalize en dos o tres semanas, por lo que antes de que acabe julio toda la compra podría estar formalizada.
Esta aprobación en la compra de Ono no debería preocupar a sus usuarios, al menos a corto plazo, ya que Vodafone asegura que, de momento, no habrán cambios ni novedades, y que cumplirán con los servicios contratados por los clientes, así como el mantenimiento de las líneas de soporte e información. Obviamente, esto será a corto plazo, ya que para el futuro tienen previsto comenzar a trabajar en una estrategia comercial conjunta que aprovechará los puntos fuertes de cada empresa para ser una compañía a tener en cuenta: la fibra de Ono para la telefonía fija y ADSL, y el 4G de Vodafone para las redes móviles.
Este movimiento también tiene consecuencias para el resto de operadoras que hay en España, ya que con esta última adquisición, Vodafone se posiciona sólidamente como el segundo operador español en ADSL y fibra, quedando por delante únicamente Movistar. Vodafone busca expandir su alcance en el mercado, así como el despliegue de su fibra, que continuará donde ONO no tiene cobertura, algo que Orange quizás no vea con buenos ojos, tras el acuerdo entre Orange y Vodafone para compartir los recintos donde se instalan las antenas, así como todo el equipamiento necesario, en un intento por desestabilizar el tándem entre Movistar y Yoigo.