El nombre de Telcorad surge ahora como uno de los más fuertes candidatos para integrarse a la industria de telefonía celular en la Argentina. Luego de la aprobación y lanzamiento del proceso de licitación para el espectro que provea el medio para comenzar a ofertar servicios de nueva generación LTE 4G, se abrió la puerta también para la posible entrada de nuevas compañías que podrían ofrecer el servicio móvil y robustecer la oferta actual; siendo los empresarios Matías Garfunkel y Sergio Szpolski, socios en el multimedio Veintitrés, los principales competidores que se unirían a este ramo del negocio.
Todo bajo dos escenarios posibles, de acuerdo con un extenso reporte del diario La Nación: el primero donde ambos ejecutivos adquiriesen Nextel, que tiene ya algo de tiempo en venta, o el segundo, lanzando de forma masiva a Telcorad, un negocio pyme de telecomunicaciones propiedad de ellos que se convertiría oficialmente en la cuarta operadora celular del país. De acuerdo con las fuentes citadas por el propio diario, la opción de Nextel ya fue abordada en su momento por Garfunkel y Szpolski, sin lograr llegar a un acuerdo concreto con los dueños, por lo que la alternativa de Telcorad se habría convertido en la más tangible.
Nextel tiene los días contados
Requeriría una inversión de 800 millones de dólares.
La realidad es que los empresarios, según afirma la publicación, cuenta ya con el visto bueno del gobierno de Cristina Kirchner, la Secretaría de Comunicaciones y Arsat, y la posibilidad de adquisición de Nextel, a pesar de sus dos millones de clientes actuales, resulta poco funcional para la infraestructura de la industria, de acuerdo con portavoces oficiales del multimedio veintitrés:
No nos sirve Nextel salvo que nos la vendan por dos pesos: los sitios donde están sus antenas son 70% alquilados y no cubren toda la Argentina, no tienen espectro 3G y habría que tirar a la basura toda la tecnología que usan. Sería como comprar una aerolínea y licitar por una línea de tren.
Telcorad, según afirman en Veintitrés será la opción más factible y entraría en el proceso para la licitación tanto del espectro 3G como del 4G, aunque este movimiento requeriría un capital de inversión de cerca de 800 millones de dólares. Sin embargo contarían con la ventaja de entrar como nuevos en un mercado donde las demás compañías están saturadas, por lo que la fluidez y agilidad de su servicio de conexión sería, en teoría, menos congestionado.