Era algo que se veía venir, y finalmente ha terminado sucediendo. Aunque los paneles OLED tienen años ofertándose como la forma en que veremos televisión dentro de muy poco, la realidad ha terminado contrastando bastante, y las reducciones de costos no han podido compensar las exigencias del mercado.
La estocada definitiva para las pantallas OLED ha sido la resolución 4K. Y es que tal como pasó en su momento con el Plasma, el LCD también ha terminado derrocando al OLED, simplemente porque se trata de una tecnología mucho más económica de producir en masa, y si bien no es tan avanzada como los diodos orgánicos, la reducción de costos es tal que las mejoras en resolución han terminado de compensar las cosas.
Finalmente, ahora Sony también ha tirado la toalla con el OLED, y han preferido enfocar sus esfuerzos en una tecnología que sí se está materializando como una realidad mucho más rápidamente. Los televisores 4K han llegado para quedarse, ya lo decíamos a inicios de año.
De cualquier modo, por aquí no vemos ninguna noticia nueva (salvo por la salida de Sony en la carrera de los televisores OLED rentables), ya Samsung nos estuvo adelantando que todavía faltan tres o cuatro años para que el OLED se presente como una alternativa realmente viable, por lo que tocará seguir esperando.