No soy precisamente el más viejo del lugar. Sólo soy un mozalbete apasionado por la tecnología que suple la falta de canas con curiosidad por la historia reciente de gadgets y dispositivos de toda índole. Pero no me hacen falta más años para darme cuenta de que comprar el primer modelo de un nuevo tipo de producto en el mercado, no suele ser una buena idea. Por ejemplo, lo vimos con las Smart TV, cuyos primeros modelos apenas traían la aplicación de YouTube, y gracias. Pronto empezaron a llegar nuevos modelos con precios más bajos y más funciones, así que los early-adopters que se hicieron con una en primera instancia tenían motivos para arrepentirse.
Ser early-adopter a veces sale demasiado caro.
Ahora la historia se repite con las UHDTV: pocos modelos, carísimos, y sin contenido para aprovechar esa resolución. Ver en bucle dos o tres vídeos que hayamos conseguido en resolución UHD está bien como curiosidad, pero no para justificar una compra de varios miles de dólares. Porque más allá de esos vídeos de prueba, lo que veremos serán imágenes estiradas con la calidad por los suelos. Dentro de, pongamos, dos años, la próxima generación de UHDTV no tendrá nada que ver con la actual en cuanto a funciones y posibilidades. Ni siquiera en precio. Pero los primeros compradores se habrán gastado un buen dinero en dos años de imágenes estiradas y poco más. A priori.
"A priori" porque Samsung, durante el Samsung Fórum 2014, ha anunciado acuerdos con distintos partners para cambiar la historia y poder disfrutar de contenidos adaptados a la ultra alta definición. Empezando por YouTube y Netflix, el santo grial del vídeo por streaming, y continuando por Yahoo!, TED, LiveSport, Explore3D o UFC.TV, entre otros, como los que ocupan la imagen que encabeza estas líneas.
El foco: conseguir contenidos adaptados a UHD. Pero no mañana: hoy.
Hace poco decía Ed en ALT1040 que los fabricantes de Smart TV's lo están haciendo mal, puesto que deberían poner el foco en las aplicaciones de contenidos en vídeo, y mejorar y ampliar sus posibilidades y catálogo, en lugar de apuntar a necesidades irreales, como navegar por la web a través de la TV, o consultar las redes sociales, forma bastante incómoda a través de una Smart TV.
Ahí está la clave del acierto de Samsung: en lugar de divagar, trabajar en contenidos adaptados a una UHDTV. No serán los últimos. El fabricante que se empeñe en perder el tiempo haciendo que la aplicación de Twitter se vea mejor en su UHDTV en lugar de aliarse con proveedores de contenido, lo tendrá todo perdido. Si no hay contenidos adaptados a una UHDTV, ¿qué sentido tiene comprar una UDHTV? Si no se pertenece al segmento de usuarios capaz de gastar miles de dólares cada dos años en renovar su TV, ninguno. Ni siquiera si hablamos del impresionante UHDTV de 105 pulgadas de Samsung.