Durante la tradicional presentación de los resultados financieros del primer trimestre que se celebró ayer, los presentes en el evento no desaprovecharon la oportunidad de tener cerca al propio CEO de la compañía, Tim Cook, para acribillarlo a preguntas. En el aire estaban, como no, los planes de Apple para este año y las nuevas ideas sobre las que iban a trabajar. ¿Se podrá pagar con Touch ID en las tiendas; es ésta una de estas ideas? "No tenemos nada que decir hoy, pero viendo cómo crecen las compras que se hacen a través de los dispositivos iOS es obvio que tenemos una gran oportunidad para nuestra plataforma" explicaba el CEO, quien no se dignó a dar una respuesta concreta a esta pregunta.
Es algo lógico si atendemos a varios indicios que apuntan hacia esto. El primero lo encontramos los informe previos, como el proveniente del Wall Street Journal, que indican que la compañía de Cupertino ha estado coqueteando y experimentando con varias tecnologías de pagos. El segundo podemos verlo en la respuesta positiva de los usuarios, como decía el propio Tim Cook ayer, a comprar contenidos digitales y pagar con Touch ID. Otra razón más que apunta en este sentido es una patente reciente obtenida por Apple en la cual se habla de un método de pago "sin tocar" y un sistema seguro de almacenamiento de los datos. Por último queda un elemento obvio: es el paso más lógico.
Pagar con Touch ID, ¿un estándar?
Tal vez pagar con Touch ID no sea la expresión adecuada. Pero sí podríamos hablar de los sensores biométricos. Actualmente la cantidad de tarjetas de crédito y el dinero que fluye de las mismas es tan abrumador que se hace casi imposible de seguir con fidelidad. Sin embargo todos los pagos realizados mediante tarjeta de crédito están sujetos a un inconveniente: la propia tarjeta. Es fácil transportarla e incluso memorizar un pin de seguridad. Pero, ¿y si se nos olvida? ¿Y si hay algún error con ella y se la traga el cajero de turno? ¿Y si nos la roban? El teléfono móvil es, hoy día, un elemento indispensable de nuestra vida cotidiana.
Todo el mundo porta su terminal allá donde va y el número de gente con un smartphone crece de manera exponencial. En vistas a la intención de grandes compañías de incorporar un sensor biométrico de seguridad en el propio teléfono, iniciativa que encabeza Apple con el iPhone 5s y Touch ID, no sería nada raro usar ese mismo para otros propósitos. Al fin y al cabo es mucho más cómodo asegurar tanto Nuestra huella es un elemento único, siempre disponible, fiable, irrepetible y que no hay que memorizar
nuestras compras como nuestro propio dispositivo con un solo elemento único, fiable, irrepetible y que no requiere de memoria alguna: nuestra huella dactilar.
Por supuesto hay muchísimas cuestiones en el aire como, por ejemplo, dónde se almacenan los datos de mi cuenta y tarjeta, como se procesan dichos datos y, más importante, quién tiene acceso a ellos. Además, pagar con Touch ID es algo que todavía levanta mucho recelo entre los usuarios que no han probado la tecnología la cual es bastante cara todavía. Mientras tanto, Apple ya está haciendo algunos experimentos con iBeacons, el sistema de pago por bluetooth que más parece un paso intermedio o una herramienta más de un puzzle en el que son ellos los que suelen colocar las primeras piezas casi siempre. No sabemos en qué se traducirá todo esto o si podremos ver en un tiempo razonable un sistema en el que pagar con Touch ID es algo tan natural como dar un billete o marcar un pin junto a una tarjeta. Pero admitamos que oportunidades (y probablemente intenciones) no faltan.