A partir del próximo 6 de diciembre, HTC no podrá vender el HTC One Mini en Reino Unido por orden judicial, ya que considera que existe una violación de patentes propiedad de Nokia. De hecho fue Nokia quien levantó la demanda que ha acabado en una muy mala noticia para la compañía taiwanesa, como explica Engadget. Un duro varapalo para una compañía que está cerrando un 2013 bastante duro a nivel económico.
Y podría no ser la única mala noticia para HTC, pues el componente de hardware que ha motivado el veto al HTC One Mini también podría hacer extensible el mismo veto a su hermano mayor, el HTC One, que podría correr la misma suerte. Se apunta a que la decisión de la justicia británica de no tener mano dura con HTC se debe a un gesto con ellos, ya que el daño que podría ocasionarles un veto simultáneo a su smartphone estrella y a su versión mini.
Así que de momento HTC tendrá más tiempo para apelar antes de que Nokia consiga también que se retire de las tiendas uno de los mejores smartphones de 2013, al que HTC se agarró como un clavo ardiendo en febrero de este año que está a punto de terminar. De hecho ha conseguido revertir la tendencia a la baja que tuvo durante muchos trimestres consecutivos, volviendo a números negros en el trimestre anterior tras haber entrado en pérdidas por primera vez en su historia.