A cualquier plataforma emergente le viene francamente bien -si es que no es puramente necesario- recibir un apoyo fuerte, importante, de un socio de renombre. El lector podrá recordar que en aquel aciago camino al fracaso que supuso el Ubuntu Edge, el terminal de Canonical que traería Ubuntu Touch OS nativo, hubo en pequeño pico por la apuesta de Bloomberg por él. Nada más y nada menos que 80.000 dólares por lo que era un prototipo ni siquiera construido. Recientemente, uno de los sistemas que no es tan emergente sino que ya ha echado raíces, recibió otro apoyo de peso: Shell ha apostado por Windows Phone para sus empleados, atacando en cierta forma tanto las dos opciones superiores en implantación como ese resquicio corporativo que ya le da la espalda a BlackBerry.
Este acuerdo, que ya estaba firmado, está haciéndose efectivo mediante la entrega de 200 terminales con Windows Phone 8 a los distribuidores de la compañía, aumentando gradualmente la implantación de la plataforma móvil de Microsoft en la empresa. Los terminales escogidos, quizás los dos mejores en relación calidad / precio actual. De un lado, el Nokia Lumia 520, el gama baja que está arrasando en este segmento dadas sus prestaciones y buen rendimiento combinado con su bajo precio, en torno a los 150 dólares. De otro lado, el Nokia Lumia 920, que en un año tras su presentación ha experimentado una caída enorme en su precio que le deja como muy buena opción en la gama alta.
Y es que en ese mismo sentido iba la operación de Shell: reducir costos, lo cual no era posible si se atenían a las opciones de iOS. Asimismo, las plataformas y equipamientos de software de Shell han sido adaptadas (las que no lo estaban ya anteriormente tratándose de Microsoft) para integrarse con los nuevos Windows Phone 8 de sus empleados. Ahora queda esperar que los empleados de Shell no tengan demasiadas ganas de migrar ante los inminentes lanzamientos de Nokia el próximo 22 de octubre, como el tremendo Nokia Lumia 1320.