Hoy por fin hemos conocido al Samsung Galaxy Gear, que como ya se presuponía, no es un smartwatch independiente del smartphone, sino que va emparejado a él. Concretamente, a los Samsung Galaxy Note II y 3, y a los Samsung Galaxy S3 y S4. Esto quitará la ilusión a quienes pensaban en usarlo como sustituto de su smartphone (si es que los hay). Pero aunque no todas sus funcionalidades se mantienen, sí hay algunas que pueden seguir usándose aunque el smartphone esté lejos del Galaxy Gear: ¿qué puede hacerse con un Galaxy Gear sin emparejar a un smartphone, y qué no?

Lo que sí podrás hacer con él

  • Reloj: lógica aplastante. Podrás usarlo como reloj normal, aunque algo caro.

  • Cámara: como es normal, su cámara no depende del smartphone. Permite hacer fotos y vídeos en sus 4 GB de memoria. Si no queremos saturarlos pronto, habrá que sincronizar el Samsung Galaxy Gear con su smartphone para que vuelque estos contenidos en él y libere memoria.

  • Podómetro: lo vimos en el Samsung Galaxy S4, y lo vemos de nuevo aquí. Trae un podómetro que no depende del smartphone para funcionar. Así, podemos usar tanto el nativo para registrar de forma básica nuestros pasos, como aplicaciones más completas como Runkeeper o Runtastic, para monitorizar nuestras carreras llevando únicamente el Samsung Galaxy Gear. Muy cómodo para los runners que detestan llevar el smartphone encima para llevar un registro de cada carrera.

  • Galería: otra funcionalidad de lógica pura. Podemos ver las fotos y vídeos que hayamos grabado previamente.

Lo que no podrás hacer con él

Samsung Galaxy Gear

  • Llamadas: el micrófono de su correa no hace llamadas, sino que interactúa vía Bluetooth con nuestro smartphone. Si no hay smartphone, no hay llamadas.

  • S-Voice: la aplicación de Samsung que reconoce nuestros comandos de voz necesita conexión a internet para funcionar. E internet se lo proporciona el smartphone, así que no funcionará sin él. Eso conlleva no poder preguntarle la predicción climática, por ejemplo.

  • Media Controller: es la aplicación mediante la cual el Samsung Galaxy Gear controla la reproducción de contenido multimedia. Por ejemplo, para cambiar la canción que suena sin sacar el smartphone del bolsillo. No es que no funcione sin él, es que no tiene sentido (como si a un mando a distancia le quitas la TV).

  • Aplicaciones conectadas: las que necesiten internet para funcionar no podrán ser usadas. Como Path, por ejemplo. O como Evernote o Pocket, que no tienen en este caso un modo offline para ver nuestros documentos o artículos guardados, respectivamente.

  • Notificaciones: evidentemente, no mostrará notificación alguna cuando no lo tengamos conectado a un dispositivo que las reciba.

Visto esto, ¿tiene sentido comprar un Samsung Galaxy Gear sin tener un smartphone compatible? No, ningún sentido. Podemos hacer fotos y vídeos o usar su podómetro con aplicaciones para runners sin él, pero necesita sí o sí un Samsung Galaxy compatible para funcionar con normalidad. Se empareja con NFC y se comunica con él vía Bluetooth. Gracias a ello podemos gestionar el interior del Galaxy Gear. De hecho, se hace con la aplicación Gear Manager, incluso para extraer las fotos y vídeos grabados con él o exportar los datos de su podómetro. No tener el smartphone encima no imposibilita darle algunos usos al Galaxy Gear, pero desde luego no es buena idea comprarlo suelto sin un Samsung Galaxy que le dé sentido a su uso.

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