Hace unos días nos llegó el Samsung Galaxy S4 Active, que ya pudimos probar brevemente en su presentación. Este terminal, al contrario que el Galaxy S4 Zoom, apenas baja sus especificaciones respecto al Samsung Galaxy S4, el buque insignia de la marca que da nombre a la gama. El valor añadido de este modelo respecto al S4 es que es resistente al polvo y al agua, una de las características que se están empezando a poner de moda en este 2013. Y obviamente, por ahí iban a ir nuestras pruebas, por comprobar su resistencia debajo del agua.

Certificación IP67: resistente al agua 1 metro, 30 minutosSegún anuncia Samsung en su propio FAQ, el Samsung Galaxy S4 Active sí es resistente al agua, al margen de que ya lo promocionaron durante su presentación e invitaron a los medios asistentes a cogerlo de los pequeños tanques de agua en los que se encontraba preparado. Pero según ese mismo FAQ, tiene la certificación IP67. El 6 confirma que es un producto sellado contra el polvo, y el 7, que es capaz de "resistir (sin filtración alguna) la inmersión completa a 1 metro durante 30 minutos." Así que para comprobarlo en una primera toma de contacto, sumergí el Samsung Galaxy S4 Active en una pequeña jarra de cocina durante unos dos minutos. Muy por debajo de lo que se asegura que es capaz de aguantar. La imagen del momento la publiqué en Twitter. Todo parecía normal.

15 centímetros y 2 minutos acabaron con élEso fue hace cinco días. Al sacarlo, todo estaba bien, y el Samsung Galaxy S4 Active funcionaba con plena normalidad. Pero por cuestiones de tiempo, sabía que aún no podría probarlo a fondo. Dos días más tarde cargué su batería para seguir haciendo acciones puntuales con él, pero de nuevo, sin probarlo de verdad. Supongo que el viernes se quedó sin batería, cuando lo metí en mi mochila para probarlo durante el fin de semana. Y hoy domingo, cinco días más tarde, lo he conectado al cargador y tratado de encender para, ahora sí, probarlo de verdad. No respondía. O al menos en parte. Sí sentía la vibración inicial característica, y se encendía el LED de notificaciones, pero no la pantalla, que seguía en negro.

Tras probarlo unas cinco veces, he abierto la tapa, y ahí estaba: agua sobre la batería, varios días después de haberlo sumergido. Y no poca. Al retirar la batería, su compartimento también tenía agua, sobre todo en la parte de los conectores. Mirando bien de nuevo, ambas cámaras están empañadas por el agua. Un agua que apenas alcanzaba para cubrir el terminal por completo y en la que estuvo no más de dos minutos. En resumen, el Samsung Galaxy S4 Active se ha estropeado por entrar en contacto con el agua... pese a estar preparado para resistirla. Lo comprobamos a la fuerza al poco de que hubiese polémica por el hecho de que se reportara que su garantía no cubre averías por humedad. En la siguiente galería se pueden ver varias imágenes tanto de las lentes de las cámaras como del compartimento de la batería.

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